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Empiezan a encajar las piezas del rompecabezas del cáncer, según el investigador español Perucho

La formación cientírica básica que reciben los estudiantes en la Universidad española es de calidad similar o incluso superior a la que pueden recibir los estudiantes norteamericanos, pero las, oportunidades de hacer un trabajo de alto nivel una vez realizado el doctorado son demasiado escasas. Así analiza el problema de la investigación en España y la fuga de cerebros el bioquímico Manuel Perucho, uno de los españoles que se encuentran, en Estados Unidos, en la vanguardia de la investigación sobre el origen molecular del cáncer.

Perucho, que el lunes clausuró con una conferencia sobre Transferencia génica y oncogenes el ciclo sobre ADN y cáncer que ha tenido lugar en la Fundación Juan March, explica que el trabajo que ha realizado en los últimos años sigue líneas paralelas al de los equipos de los también españoles Mariano Barbacid y Ángel Pellicer.En la actualidad, gran número de científicos se encuentran trabajando en la misma línea. "Con enfoques muy distintos, y complementarios, están empezado a encajar las piezas del rompecabezas", señala este investigador español, nacido en la localidad albacetense de La Roda hace 36 años, que lleva trabajando fuera de España desde 1977 y no puede evitar ya ciertos giros extranjeros al hablar en castellano.

Biotecnología

La investigación sobre los genes, que puede ser la clave del origen del cáncer, se ha basado en la utilización de técnicas de ingeniería genérica que pueden calificarse de novísimas y revolucionarias.

La combinación de estas técnicas, que datan de hace unos cinco años, con los resultados de las investigaciones en biología molecular es lo que ha dado origen a la naciente industria de la biotecnología. Los expertos estiman que en un futuro próximo puede convertirse en una de las fuentes mayores de riqueza para los países donde se desarrolle.

Sobre la posibilidad de que España se suba al tren de la biotecnología, recabando la colaboración de los científicos españoles en el extranjero que dominan estas técnicas, Perucho se manifiesta ligeramente escéptico: "Se trata de un problema económico y político más que científico o técnico. La acumulación de saber no produce automáticamente el ambiente necesario para algo de este tipo, y en todo caso sería una acumulación semejante a una sola de las compañías de biotecnología existentes en Estados Unidos".

En cuanto a la investigación en sí, Perucho explica que los oncogenes deben cumplir necesariamente una función importante en la evolución de los organismos vivos, ya que se conservan a través de toda la evolución y se pueden encontrar incluso en organismos simples, como las levaduras.

El origen genético del cáncer es una teoría válida, piensan los investigadores en la actualidad, en el mayor porcentaje de los tipos de esta enfermedad, lo cual no quiere decir que se hayan abandonado otras líneas de investigación para hallar otras posibles causas.

Aplicación clínica

La aplicación clínica de estas investigaciones, llevadas a cabo en su mayor parte por biólogos, se halla todavía lejana, opina Perucho, aunque se, han hecho experimentos de purificación de la proteína producida por un oncogén, con objeto de obtener anticuerpos para una, posible aplicación clínica.

Perucho, que posteriormente viajó a Albacete para dar allí una conferencia dentro de un plan piloto de difusión cultural que lleva a cabo la Fundación March en colaboración con el Ministerio de Cultura y otras entidades, basó su disertación. en la presentación de los estudios sobre oncogenes humanos, basados a su vez en técnicas de transferencia génica y clonación, y recordó el trabajo de Pellicer, Weinberg y Barbacid.

Carlos Vicente Córdoba, catedrático de la facultad de Biológicas de la Universidad Complutense, donde estudió Perucho, hizo la presentación del científico, a quien calificó de "trabajador de la esperanza", y heredero de los heterodoxos del siglo pasado, como Pasteur y Koch, que se plantearon buscar el origen de la enfermedad, en vez del tratamiento del paciente.

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