Las ventas de vino espumoso español a EE UU ascendieron a 3.000 millones de pesetas
Los exportadores españoles de vino a Estados Unidos no se sienten especialmente preocupados por las presiones de los viticultores californianos sobre la Administración Reagan para que adopte medidas contra la entrada en el país de vinos italianos y franceses, que, adicionalmente, podrían afectar a otros países exportadores, entre ellos España. Las exportaciones españolas de vinos espumosos se elevaron en 1983 a 2.956 millones de pesetas, con un notable incremento sobre el año anterior. Las de vino de mesa embotellado, sin embargo, registraron un retroceso del 13% con respecto a 1982, totalizando 151 millones de pesetas.
Las exportaciones de espumosos catalanes a Estados Unidos se han convertido en el gran éxito exterior de los vinos españoles. Freixenet es ya la primera marca devinos espumosos importados en Estados. Unidos (por encima del champaña francés), con 600.000 cajas (de 12 botellas) en 1983, seguida de Codomiú, con 340.000 cajas, y de Segura Viudas. Las exportaciones totales españolas a Estados Unidos alcanzaron el pasado año 1.159.000 cajas. Freixenet podría alcanzar en 1984 las 800.000 cajas, por medio millón de Codorniú, cuyas exportaciones aumentaron en un 70% en 1983.Las crecientes presiones, especialmente significativas en año electoral, de los viticultores californianos podrían suponer un peligro potencial para la espléndida marcha exportadora de los espumosos españoles a Norteamérica. A consecuencia de tales presiones, el Departamento de Comercio de Estados Unidos va a iniciar una encuesta sobre las importaciones de vinos de mesa franceses e italianos (a los que se acusa de estar fuertemente subvencionados), que en la actualidad sobrepasan los 300 millones de dólares, unos 46.500 millones de pesetas al cambio actual. Esta medida es contraria al código anti dumping del Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT), poniendo en peligro los ingresos de un millón de viticultores de la CEE, informa desde Ginebra Martín Polanco. La CEE ya ha hecho saber al Gobierno norteamericano su preocupación por lo que considera peticiones de "medidas proteccionistas artificiales".
Caída de precios
"Más que las presiones de los californianos para defender sus productos me preocupan las prácticas de algunos exportadores españoles de espumosos, quienes para aumentar sus ventas están tirando precios y ofreciendo unas condiciones de venta exageradas", asegura José Ferrer, presidente de Freixenet, SA. "Es una forma de atizar desde España el movimiento de los viticultores californianos. La Administración debe tomar cartas en el asunto e impedir algo que nos perjudica a todos, porque daña la imagen de los vinos españoles".Idénticas prácticas están desarrollando los exportadores franceses de champaña, los grandes perdedores en el mercado norteamericano. Espumosos francesesse están vendiendo en Estados Unidos a 6,50 dólares la caja, frente a los 21 dólares que vale la caja de Freixenet. "Que Francia intente hacemos la competencia en Norteamérica con productos más baratos que los españoles es algo que nos prestigia".
"Es cierto que realizamos una oferta especial las pasadas Navidades en Estados Unidos, pero bue algo insignificante, asegura el director de, exportación de Codorniú, "estadísticamente estamos al precio promedio, que es de 202 pesetas por botella FOB (precio en puerto de origen, sin incluir seguros ni fletes). Incluso aunque impusieran un arancel del 15% a nuestros vinos seríamos más baratos que los californianos, porque, a igual calidad, los vinos y espumosos californianos salen al doble de precio al mercado, por culpa de sus costes, básicamente el de la uva".
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