Continúa sin solución el conflicto de los camioneros europeos

Un buen número de puestos fronterizos que separan diferentes países europeos continuaban ayer prácticamente bloqueados por la huelga de camioneros, iniciada hace unos días en protesta por lo que consideran lentos trámites burocráticos aduaneros. En el puesto de Kiefersfelden, en la frontera germano-austriaca, 1.500 camiones formaban una cola de casi 14 kilómetros, y sus conductores exigieron de nuevo que les fueran entregadas las medidas adoptadas el pasado viernes por parte del Gabinete de Bettino Craxi y que tenían como objetivo mejorar los trámites aduaneros.El Gobierno austriaco solicitó ayer negociacioners urgentes con el Gobierno italiano para solucionar definitivamente el conflicto en el paso de Brenner, el de mayor tráfico entre Austria e Italia.

En lo que parece un ultimátum, los camioneros anunciaron que el bloqueo de las fronteras continuará si no se acepta una propuesta en la que solicitan la introducción del procedimiento previsto en los países de la CEE, que se limita a la entrega del formulario de tránsito usual en estos casos. Se solicita asimismo que sea posible entregar este documento a la Guardia de Finanzas (policía fiscal), en vez de a los aduaneros, ya que esta policía, de carácter militar, no tiene derecho a la huelga. En la reunión celebrada ayer, en la que participaron camioneros y empresarios de transportes de Italia, Holanda, Bélgica, Austria, Dinamarca, Reino Unido, Grecia y República Federal de Alemania, se decidió exigir al Gobierno italiano una respuesta, por escrito, de que este problema se va a solucionar.

Ultimátum de los camioneros

Previamente se había rechazado la iniciativa del Ejecutivo italiano de formar una comisión especial para adaptar el reglamento aduanero italiano al de los demás países de la CEE, por considerar que ello tardaría meses en concretarse. Ayer se habían depositado muchas esperanzas en la reunión que debían tener en Roma los delegados de los camioneros y el ministro de Finanzas italiano, Bruno Visentini.

Por otra parte, ha levantado una fuerte polémica en la CEE el anuncio realizado por las autoridades helvéticas de crear, a partir de 1985, un impuesto para los cainiones y automóviles que utilicen las autovías suizas.