_
_
_
_

La destrucción de empleo asalariado en 1983, seis veces superior a la de 1982

Durante 1983 han sido destruidos 125.200 empleos asalariados, seis veces más que el año anterior (20.100), según datos oficiales. Mientras el sector privado perdió 256.500 puestos (hasta quedar en 5.730.700), el público ganó 131.300 (hasta 1.782.500). El balance ha sido algo atenudado, por el fuerte aumento de los trabajadores autónomos.

Un análisis más riguroso rebajaría en 47.000 el descenso de asalariados privados y en otros tantos el aumento de los públicos, debido al cambio introducido por la expropiación de Rumasa. Aun así, la destrucción de empleos durante 1983 por parte de las empresas privadas ha duplicado los 105.000 empleos reducidos en 1982, a lo que debería añadirse en ese caso la menor creación de trabajo en el sector público.Los mismos datos, no publicados todavía por el Instituto Nacional de Estadística (INE), revelan que la ligera disminución en el aumento del paro total (246.600 personas en 1982 y 198.800 en 1983) se ha debido, más que al aumento de la población en edad de trabajar, al incremento neto de 71.900 en los trabajadores autónomos o empresarios sin asalariados. Todas estas cifras salen de comparar el desglose de la encuesta de población activa del cuarto trimestre de 1982 con la del cuarto trimestre de 1983. Para los expertos, tales estadísticas son las más fiables, pues los datos de paro registrado en las oficinas de empleo, que publica el Ministerio de Trabajo -el último es el aumento de 90.213 personas en enero pasado-, sólo se refieren a las demandas de empleo, cuyo movimiento se ve afectado por causas psicológicas.

El fuerte aumento de los trabajadores autónomos (la estadística oficial les llama empresarios sin asalariados y trabajadores independientes) supone un cambio de tendencia, en la medida que se ha generalizado a todos los sectores; ya en 1982 habían disminuido únicamente en 2.000. El fenómeno se produce como consecuencia de otros dos: el descenso en el número de empleadores que tenían uno o varios asalariados y se desprenden de ellos (27.800 menos en 1983, hasta quedar en 335.700); y el gran incremento de la destrucción de empleo asalariado en el sector privado.

La explicación del cambio

Algunos trabajadores que se benefician de bajas incentivadas compran un taxi, vuelven a la agricultura, realizan trabajos por su cuenta, montan un comercio o pequeño taller, etcétera. Así, el pasado año el número de autónomos se situó en 2.066.700, con aumento sobre el año anterior de 25.000 en el comercio y hostelería, 13.000 en transporte y comunicaciones, 16.000 en otros servicios, 9.000 en mecánica de precisión, 7.000 en agricultura y pesca, 10.000 en construcción y 5.000 en finanzas, seguros y alquileres. Estos cambios de ocupación son los que absorben gran parte del crecimiento de la economía sumergida.Los únicos sectores en los que ha crecido el número de asalariados han sido la mecánica de precisión (1.800 personas) y el grupo de otros servicios (69.000). Las más recientes declaraciones de los ministros económicos del Gobierno (Miguel Boyer y Joaquín Almunia) han descartado la creación de empleo durante los próximos años en la industria y en la agricultura; las esperanzas se cifran ahora en los servicios.

Si se suma el aumento del trabajo autónomo al nivel de empleo asalariado, el de empleadores y el resto de los movimientos de ocupación registrados en la encuesta de población activa el número total de activos ocupados se redujo durante 1983 en 89.800 personas (hasta situarse en 10.776.500).

La caída de la ocupación ha sido así superior en 25.800 personas a las 64.000 de 1982, año que, aunque no se llegó a cumplir el objetivo de mantener el mismo nivel de empleo, ha sido el más favorable desde que empezó la crisis en materia de empleo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_