Un toledano dialogante
Gabino Díaz Merchán, que cumple 58 años el próximo domingo, es toledano, de Mora, y huérfano desde los 10 años. Perdió a sus padres durante la guerra civil, en la zona republicana. Ingresó en el seminario de Toledo en 1941 y posteriormente estudió en Comillas, Santander, donde se ordenó sacerdote en 1952.Los hitos más importantes de su carrera eclesiástica son el nombramiento como obispo de Guadix-Baza (Granada), entre 1965 y 1969; su traslado como arzobispo, decidido por Pablo VI, a Oviedo, sede que rige desde entonces, y su elección como sucesor del cardenal Tarancón al frente de la Conferencia Episcopal. Esta elección, precisamente el 23 de febrero de 1981, la noche de Tejero, fue recibida con sorpresa y alivio en los sectores más progresivos de la Iglesia española.
En Asturias, las posturas públicas de Díaz Merchán en los últimos años del franquismo le valieron frecuentes conflictos con los gobernadores civiles. Pasa por ser hombre dialogante, flexible en las cuestiones sociales ajenas a la doctrina y estrictamente fiel al espíritu del Concilio Vaticano II.
El carácter de las relaciones con el Vaticano del reelegido presidente de los obispos españoles ha sido con frecuencia materia de especulación. El propio Díaz Merchán las calificó ayer de "buenísimas" ("No recibimos consignas de Roma, eso es pura fantasía", dijo), pero hace poco más de un año que una informada agencia católica de noticias alemana, KNA, afirmaba que el arzobispo de Oviedo parecía "excesivamente liberal" a la jerarquía de Roma.
