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El comando de ETA apresado en Bilbao planeaba un atentado, según la policía

El comando de ETA al que presuntamente pertenecía Iñaki Ojeda, el joven fallecido el pasado jueves en el curso de una operación policial desarrollada la madrugada del jueves en Baracaldo, preparaba "el asesinato antes de las elecciones autonómicas vascas de una persona cuya identidad se trata de establecer con exactitud", según una nota facilitada por el Gobierno Civil de Vizcaya. Los otros dos presuntos miembros del comando que resultaron gravemente heridos continuaban ayer en estado muy grave.La nota del Gobierno Civil insiste en la versión oficial facilitada la víspera, según la cual los ocupantes del piso "reaccionaron ante la presencia policial disparando contra los funcionarios, quienes repelieron la agresión, dando lugar a que se registrasen cinco heridos, uno de los cuales ingresó cadaver en la Ciudad Sanitaria de Cruces". De los dos heridos con politraumatismo ingresados en el hospital de Basurto, en Bilbao, Francisco Javier Rubio fue dado de alta ayer y Josu Olabarría evoluciona favorablemente.

También se precisa en la nota los nombres de otras dos personas relacionadas familiarmente con los ocupantes del piso que fueron igualmente detenidas. Se trata de María Begoña Echevarría, esposa del miembro liberado de ETAm Donato González Merino y cuñada de uno de los dos heridos graves, José Manuel González, y del padre de éste, en cuyo poder se encontró, según la nota, "una carta manuscrita de su hijo, dirigida a la organización terrorista ETAm, en la que este último razona su huida del domicilio particular".

La policía aportó ayer nuevos datos sobre este suceso y asegura, en una nota oficial, que "las huellas digitales impresas en dos vasos utilizados por los presuntos asesinos de Mikel Solaun, antes de que dispararan contra él, corresponden a las personas heridas graves en el asalto".

Por otra parte, ETA Militar se ha atribuido el ataque con lanzagranadas perpetrado el pasado 12 de febrero contra una patrulla de la Guardia Civil que vigilaba la subestación eléctrica de la empresa Orbegozo, en Hernani. El atentado no causó víctimas, pero sí produjo daños. Los trabajadores de Orbegozo se mantienen en huelga desde hace varias semanas. En el mismo comunicado, los milis reivindican, asimismo, el atentado en el que resultó gravemente herido, el pasado día 5, en Lasarte, el guardia civil José Herrero Quiles, considerado por los terroristas como colaborador de la policía, informa José Luis Barbería desde San Sebastián.

Por otra parte, una bomba de mediana potencia explotó minutos antes de las cero horas de ayer en una sucursal del Banco Guipuzcoano, en Rentería, provocando daños en la fachada.

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