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El Gobierno convocara a patronal y sindicatos para iniciar las negociaciones de un nuevo pacto social

En los próximos días el Gobierno, posiblemente a través de su presidente, Felipe González, hará una llamamiento a sindicatos y patronal para iniciar negociaciones de cara a conseguir un pacto social. En el mismo se estudiaría la posibilidad de incluir alguna referencia de tipo salarial que, sin ser exactamente el frustrado Acuerdo Salarial 1984, consiga poner fin a la conflictividad derivada de la negociación colectiva. La Unión General de Trabajadores (UGT) y la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) han mantenido contactos en los últimos días para estudiar las posibididades de este acuerdo póstumo.

La fuerte oleada de conflictividad generada por la negociación colectiva, sumada a las tensiones sociales de los primeros y tímidos intentos de iniciar la reconversión industrial y al descontento producido en las capas populares por las medidas de política económica, ha llevado al Gobierno a considerar la necesidad de hacer un llamamiento a sindicatos y patronal para iniciar las negociaciones de lo que sería un pacto social a largo plazo.El propio Felipe González invitaría a sindicatos y patronal a que, nuevamente, intentaran un acercamiento ya iniciado el pasa do año en lo que entonces se llamó la concertación social. Concertación que, entonces, quedó interrumpida después del fracaso que supuso -al menos en lo que se refiere al tratamiento de los excedentes de plantilla- la reconversión industrial y, en cierta forma, el acuerdo salarial para 1984. Ambos puntos tendrían un tratamiento prioritario en ese posible pacto social. En los dos casos, el fracaso de las negociaciones tuvo un origen ajeno a los dos interlecutores sociales. En la reconversión, el equipo económico del Gobierno trató de imponer sus criterios en cuanto al excedente de plantillas. Y en el fracasado Acuerdo Salarial, las indicaciones del mismo equipo sobre subidas salariales en torno a un 6,5% y la reducción del crecimiento del crédito al sector privado fueron los dos argumentos que la patronal esgrimió para no firmar los acuerdos.

Acercamiento de posturas

Así, el pacto social podría tener alguna referencia a incrementos salariales que modificarían las primeras tesis del Gobierno sobre limitaciones salariales, acercándolas más a las de UGT. Y por otro lado, podría estudiarse la reivindicación de los empresarios en cuanto a disponer de más dinero para el sector privado. Necesidades que, además, entienden y comparten medios de la. central socialista.De hecho, hace unos días, miembros (le la CEOE y de UGT mantuvieron contactos en los que plantearon a tumba abierta los problemas derivados de la falta de acuerdo. Los sindicalistas comprendieron las razones de los empresarios en cuanto a las dificultades de las empresas por la contracción de recursos para financiar a las compañías, mientras que los representantes de la patronal mostraron, a su vez, su comprensión por las reivindicaciones de UGT.

Miembros del Gobierno, por su parte, se han mostrado favorables a intentar reconducir nuevamente todo el tema de la concertación, aunque ello suponga hacer algunas concesiones en materia económica, teniendo en cuenta, además, que existen ciertas dudas sobre la consecución del objetivo de inflación para 1984. En este contexto, que los salarios crezcan por encima del 6,5% y que los empresarios dispongan de mayores recursos no distorsionaría más las previsiones. Y en todo caso, sería compensado si se consigue frenar la conflictividad y llevar adelante la reconversión industrial con el mínimo coste social. En este razonamiento influye el hecho de que los escasos convenios firmados hasta ahora lo han sido, en su mayoría, dentro de la banda propuesta por UGT y por encima del 6,5%. La referencia salarial que se hiciera dentro del posible pacto social, al menos para este año, tendría como fin desatascar las negociaciones de los convenios actualmente en negociación y pacificar el clima social.

Por otro lado, la reconversión, que todos creen necesaria, sería objeto de un nuevo tratamiento. Respetando el decreto-ley y el posterior decreto de desarrollo, los esfuerzos se centrarían en consensuar al máximo cada plan concreto para evitar las tensiones producidas en Aceriales, Altos Hornos del Mediterráneo o el sector naval.

El pacto social ha sido, por otra parte, demandado desde diversos sectores. El catedrático Enrique Fuentes Quintana se refirió hace unos días a la conveniencia de la misma y el presidente del Banco de Bilbao, José Ángel Sánchez Asiaín, en una carta dirigida a los accionistas de la entidad, señalaba que "sin un gran pacto entre los agentes sociales, cuyo principal acuerdo sea el control del gasto público, va a ser muy difícil superar con éxito las dificultades de nuestra economía".

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