Un enterramiento visigótico, destrozado cuatro días después de su hallazgo en Alcalá
Un enterramiento visigótico, posiblemente del siglo VII, fue encontrado el martes 7 de febrero en la localidad de Alcalá de Henares, a pocos metros de la iglesia magistral de San Justo, en un solar de próxima edificación. El sábado pasado, cuatro días después, uno desconocidos penetraron en el solar, que no estaba vigilado, quitaron las tablas que protegían la cata, se llevaron el cráneo y la mandíbula inferior del esqueleto y apedrearon la zona excavada, hasta que lograron romper la mayoría de los huesos. encontrados.
El acto de vandalismo se ha producido en un momento en que el Ayuntamiento de Alcalá de Henares ha iniciado una política municipal proteccionista de las áreas de interés arqueológico, mediante la aprobación de unas normas que supeditan la concesión de licencias a la realización de un examen previo del terreno por parte de un arqueólogo.Araceli Turina, arqueóloga y colaboradora del Ayuntamiento de Alcalá de Henares, encontró el pasado martes, después de una semana de excavaciones, un enterramiento visigótico. El hallazgo se produjo en el solar colindante a la ermita de Santa Lucía, y al otro lado de la calle de la iglesia magistral en cuyos terrenos, se dice, fueron enterrados los santos niños Justo y Pastor, muertos a raíz de la persecución decretada por los romanos a comienzos del siglo III.
Según la tradición, estos niños, al enterarse de la persecución, acudieron ante el pretor Daciano e hicieron auto de fe, por lo que fueron decapitados y enterrados, según unas teorías, en el llamado Campo Laudable, terreno donde posiblemente se construyó primero una basílica visigótica y luego la iglesia magistral. Según otras versiones, el entierro de los niños se produjo en el paraje denominado Paredón del Milagro. Los defensores de esta hipótesis mantienen que los restos de los mártires fueron trasladados posteriormente a la citada basílica visigótica, posible sede del obispado de Complutum, nombre que dieron los romanos a la ciudad.
No había vigilante
Al margen de tradiciones y leyendas, el descubrimiento realizado prueba que, durante la etapa visigótica, hubo un asentamiento humano en el actual casco urbano, lo que aumenta la antigüedad del recinto. Hasta ahora se creía que la ciudad de Alcalá, en su actual emplazamiento -que está al norte del río Henares, mientras el anterior, árabe, estaba al sur-, había sido creada tras la reconquista cristiana, aunque a raíz de este descubrimiento cabe pensar que, tras la reconquista del año 1088, los cristianos volvieron al antiguo emplazamiento visigodo.La satisfacción producida por el descubrimiento se enturbió el pasado fin de semana, cuando varios desconocidos entraron en el solar -vallado por un solo lado-, retiraron las tablas y destruyeron a pedradas el esqueleto que se encontraba desenterrado para el secado de los huesos, ya que húmedos no pueden ser trasladados. Asimismo, rompieron una escalera de la obra y produjeron varios daños en una caseta allí instalada.
"El lunes por la mañana, cuando llegué a la excavación, me lo encontré todo destrozado", manifestó Araceli Turina. "El sábado había comentado que era necesario un vigilante, pero, desde luego, no podía pensar en esto. Además de llevarse la mandíbula y el cráneo, el esqueleto está detrozado. Sólo ha quedado entero un fémur".
Afortunadamente, Turina había retirado ya los objetos de bronce y hierro hallados, entre los que hay botones de un puñal, una anilla, clavos y la hebilla de un cinturón. Estos objetos adornaban la caja donde estaba el esqueleto ahora destrozado, a cuyos pies se habían encontrado otros huesos que se supone pertenecen a sus antepasados.
"Yo me encontré el destrozo el mismo domingo a mediodía manifestó Fernando Calvo, concejal municipal de Urbanismo. "Efectivamente, Araceli Turina me había comentado la necesidad de poner un vigilante, pero le dije que no podía ser. La plantilla de policías municipales no da para poner uno en el solar. Esto no significa que le demos poca importancia al descubrimiento, sino que no tenemos medios. Las rondas que se han hecho por la zona no han servido para impedir los destrozos causados por gente que es posible que creyera que iba a encontrar tesoros".
Normas proteccionistas
Según Calvo, tras comprobar el domingo la magnitud de los daños perpetrados la noche anterior, se pusieron de nuevo las tablas que tapaban la cata. El lunes, estas tablas estaban otra vez retiradas. "Ahora dicen que la culpa fue nuestra por informar el sábado del hallazgo en una publicación local, pero todo el barrio lo sabía. La próxima vez no se informará hasta que los trabajos no estén terminados", declaró Calvo.El enterramiento descubierto estaba a casi dos metros de profundidad, debajo, de otro del siglo XV. La excavación, en la que han trabajado, según informó Turina, dos obreros cedidos por el ayuntamiento, y que ha recibido una subvención de 350.000 pesetas del Museo Arqueológico Nacional, se hacía deacuerdo a las normas de protección y conservación de áreas de interés arqueotógico aprobadas a finales del pasado año y enviadas a la Consejería de Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid para su aprobación definitiva. Unas normas que, dentro del panorama actual, resultan muy progresistas al consagrar una serie de medidas protectoras según se trate de una zona de yacimientos arqueológicos comprobados, de un área del casco histórico medieval o de un terreno donde no se espera ningún descubrimiento. Las normas contemplan la necesidad de hacer una exploración o una excavación en regla, según la zona, cada vez que se solicite una licencia. También establecen la expropiación del terreno si ello es necesario, con una compensación adicional para el propietario.
Aunque no se espera que haya necesidad de llegar a este último extremo -el boom de la construcción ha hecho perder importantes restos de valor arqueológico-, Alcalá de Henares es una zona que, según los técnicos, está aún por explotar desde el punto de vista arqueológico.
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