Un colegio público de Zaragoza ha sido asaltado en seis ocasiones durante los últimos tres meses

El colegio público Julián Nieto, de Zaragoza, ha sido asaltado seis veces en un plazo de tres meses, desde que se inició el curso, sufriendo serios daños en sus instalaciones y material. Estos hechos han creado un estado de crispación e inquietud en la dirección, profesores y alumnos del centro, que en repetidas ocasiones han solicitado a las autoridades más medidas de seguridad.El colegio está ubicado en el barrio periférico de Miralbueno; a él acuden 700 alumnos -500 de ellos de otros puntos de la ciudad-, y en su amplio comedor son atendidos unos 550 muchachos. Los seis actos vandálicos se han producido en intervalos de dos semanas, y en el plazo de tres meses desde que se inició el curso, sí bien con anterioridad ya había sufrido acciones similares.

Los asaltantes han ocasionado daños en el material, las aulas, el mobiliario y en los alimentos destinados a los alumnos. En las seis irrupciones en el centro han entrado en el despacho del director, que resultó destruído en tres de ellas.

Los delincuentes defecaron en varias ocasiones en las aulas, la despensa y en otras dependencias del colegio, "demostrando así su desprecio hacia lo que significa un centro docente", según dijo el director del colegio. Los autores del último acto vandálico, hace unos días, se cree fueron jóvenes, a juzgar por las huellas de los zapatos que dejaron a su paso.

La violencia fue significativa en dos ocasiones. Hace dos semanas los asaltantes entraron por una ventana y se dedicaron a desparramar los alimentos destinados a los alumnos, desenchufaron las cámaras frigoríficas -por lo que se perdieron alimentos por valor de un cuarto de millón de pesetas-, estrellaron unas 100 docenas de huevos y defecaron en el suelo de la despensa. Los profesores, ante estos hechos, se declararon en paro técnico hasta que llegaron las autoridades sanitarias y docentes.

Por su parte, el consejo de dirección acordó dirigirse al Gobierno Civil de Zaragoza para solicitar mayores medidas de seguridad, que, al parecer, no han sido atendidas, pues el pasado fin de semana el colegio volvió a ser asaltado. "Cada lunes, cuando llego al colegio, me temo lo peor: que nos han vuelto a asaltar", ha manifestado el director.

En otras ocasiones, los asaltantes "han planchado el colegio", indicó ayer el director del centro, "forzaron puertas y ventanas, destrozaron armarios y mesas y arrasaron las aulas y la biblioteca. Por lo general, salvo algunos radiocasetes, los autores de estos hechos no se han llevado nada, por lo que se cree que sus móviles son simplemente destrozar por destrozar".

Los continuos asaltos, que han provocado pérdidas de más de medio millón de pesetas, han hecho que el colegio viva en una situación límite y de gran preocupación. La dirección, profesores y alumnos piden que se extremen las medidas de vigilancia e instan a las autoridades zaragozanas para que solucionen este grave problema.