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Relevo en el Kremlin

Chernienko no está acostumbrado a decidir solo, según el autor de 'La nomenklatura'

La característica más significativa de Constantin Chernienko, el nuevo dirigente soviético, es que nunca, a lo largo de su carrera, ocupó un primer puesto. "Es un hombre del aparato y siempre subordinado a otra persona por encima de él. No está acostumbrado a decidir solo, sino en cooperación con otros", declaró a EL PAÍS Mijail Voslensky, autor de La Nomenklatura, un análisis muy polémico sobre la clase dirigente soviética. Voslensky vive en Occidente desde 1977 y dirige en Munich el Instituto de Estudios Soviéticos Actuales. Voslensky destacó que Chernienko es el primer secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) que nunca ocupó antes un puesto de número uno en alguno de sus cargos anteriores.

El especialista en temas soviéticos destaca que "Chernienko no es un dictador, sino un hombre que trabaja con el aparato. Esto es muy importante. También es un provinciano, como Breznev. Recuerda mucho a Breznev, aunque el temperamento es muy diferente: Breznev era un hombre del Sur, y Chernienko, un siberiano". Para Voslensky, la designación de Chernienko significa objetivamente "la vuelta al poder del grupo de Breznev tras una interrupción de 15 meses. La lucha por el poder se ha decidido ya. Andropov no consiguió imponerse y colocar a la gente de su grupo en posiciones decisivas; sólo algunos hombres, como Alijev", añadió.Voslensky considera a Chemienko como un "jefe de gabinete ejemplar, que hizo carrera a la sombra de Breznev, quien le llevó a su lado cuando en 1960 fue presidente del Soviet Supremo, y luego en 1964, al ocupar el cargo de primer secretario del PCUS". Aunque el nombramiento de Chernienko supone que la lucha por el poder quedó decidida "por la edad, por motivos biológicos", el nuevo dirigente es un hombre de transición.

El sovietólogo considera que las relaciones, dentro del grupo dirigente, entre Chemienko, Tijonov y los servicios secretos (KGB) "resultarán más complicadas desde ahora, porque, a la muerte de Breznev, el KGB y el complejo militar impidió la llegada al poder de Chernienko, y ahora esto plantea dificultades psicológicas; pero están obligados a contar unos con otros, y esto significa que no habrá grandes cambios. La llegada de Chernienko podrá tener consecuencias desagradables para la carrera de algunos".

Tampoco espera Voslensky que vaya a producirse en la Unión Soviética una fase de apertura y liberalización política. "No habrá cambios en la disidencia política, pero podrían reducirse los excesos cometidos por las fuerzas de seguridad. Los casos de tortura, malos tratos en las prisiones y campos de internados, que se dieron en algunas ocasiones últimamente, pueden quedar suprimidos por la llegada de Chernienko".

Voslensky, que vio varias veces a Chernienko, le describe como "un hombre que no impresiona, de apariencia tranquila; se mueve con agilidad y es inexpresivo. Muy diferente a Breznev, que era gesticulador y meridional. Al lado de Breznev, Chernienko es como un sueco comparado con un español. Parece silencioso y retraído; es un siberiano, fuerte como un oso, de cara sonrosada y aspecto de buena salud; fuerte y con algo de barriga".

Seguirá Gromiko

En política exterior no cree Voslensky que se produzcan grandes cambios. Chemienko es un hombre con escasa experiencia del mundo exterior. "Grorniko continuará probablemente, porque no tiene otro hombre tan bueno. En el último tiempo, Gromiko se aproximó a las posiciones de Andropov, pero es un hombre muy prudente y diplomático, que no se entregó totalmente a Andropov, y sabrá maniobrar".En la posición soviética sobre Polonia tampoco espera cambios Voslensky, "porque la política que se hace ahora ya se fijó antes de Andropov, y la determinó el grupo de Breznev, que ahora volverá al poder". La política económica de la URSS se caracteriza, según Voslensky, por una vuelta al inmovilismo de Breznev. "Se hablará de correcciones, pero serán pequeñas, sin grandes cambios. Habrá algunos acentos nuevos, pero los pasados 15 meses, con las campañas contra la corrupción, quedarán cerrados y olvidados bajo un paréntesis".

Voslensky dio clases de historia en la RFA a mediados de los años sesenta, con autorización de las autoridades soviéticas. Poco más tarde, adoptó la nacionalidad austriaca. Con la publicación de Nomenklatura, un estudio sobre la clase dirigente en la URSS, pasó a ocupar un lugar destacado entre los sovietólogos.

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