El Gobierno espera un documento negociador "muy duro" del próximo Consejo de Ministros de la CEE
El Gobierno español considera que el documento que presentará en Bruselas, el próximo día 20, el Consejo de Ministros de la Comunidad Europea sobre las condiciones de integración que exigirá a España, "será muy duro y habrá que negociar a fondo en muchos temas". Tras la tercera cumbre o seminario hispano-francés, celebrado el pasado fin de semana en Rambouillet, cerca de París, se espera, de acuerdo con las palabras del propio ministro de Asuntos Exteriores francés, Claude Cheysson, que el mandato negociador esté finalizado el 30 de septiembre y la adhesión se produzca el 1 de enero de 1986. El calendario comunitario esbozado por el ministro francés, acogido con cauteloso optimismo en Madrid, se considera el balance más importante de la reunión de Ramboulliet, por cuanto todo hace suponer que existe un principio de acuerdo entre París y Madrid en sectores tan conflictivos como el agrícola.
En la misma reunión hispano-francesa fueron tratadas también las relaciones económicas bilaterales -Francia sigue preocupada por su déficit comercial con España-, la reindustrializ ación y las posibles acciones conjuntas en política internacional a llevar a cabo en el Magreb y Centroamérica. El tercer encuentro interministerial hispano-francés -los dos anteriores se desarrollaron en Saint-Cloude y La Granja, y en este último no se firmó acuerdo alguno, porque su objetivo era profundizar en las conversaciones bilaterales y en la futura adhesión de España al Mercado Común Europeo- ha tenido, para la comisión española, un carácter esperanzador.Desde el punto de vista del Gobierno, el hecho de que se vaya a negociar con la Comunidad, paralelamente a que ésta trate de resolver sus problemas internos, significa un gran avance, pero no por ello se descarta la posibilidad de que en el último instante se produzca un parón en el programa de integración. "Difícilmente ingresaremos en una Comunidad en quiebra y difícilmente ésta, nos franqueará sus puertas si antes no ha resuelto sus conflictos internos", manifestó ayer un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.
El Gobierno español espera, para el próximo martes día 21, un documento negociador duro, en el que serán caballo de batalla los temas pesqueros, las frutas, las hortalizas y el vino. De estos seminarios se entiende que hasta el momento se han obtenido resultados satisfactorios, como la disminución de los ataques a los camiones españoles, el pronto pago de las indemnizaciones por esta causa y la mejora de la colaboración de la policía de ambos países en el tema del terrorismo.
En Rambouillet se conversó también sobre esta cuestión, pero, como en todas, se dejó el tema para posteriores encuentros entre los ministros del Interior de ambos países. Observadores franceses estiman que, en los últimos tiempos, ha aumentado la necesidad de esas conversaciones tras la actuación de los autodenominados GAL en distintas localidades del País Vasco francés.
El seminario se desarrolló sobre la base de encuentros de ministros del mismo ramo y posteriores sesiones plenarias. Se produjo una excepcional, en la que Boyer y Solchaga se encontraron con sus homólogos Delors y Fabius.
Respecto a la protección agrícola que pide Francia y la reconversión industrial española, Miguel Boyer manifestó que "no estamos intercambiando concesiones. Para nosotros es una imperiosa necesidad establecer un equilibrio global". Boyer comentó que España necesita un período para conseguir un ajuste en el sector industrial y que una reducción arancelaria demasiado rápida haría imposible ese aiuste.
Preocupación francesa por su déficit con España
El déficit de 4.900 millones de francos (unos 90.000 millones de pesetas), que presenta el comercio francés con respecto al español supuso uno de los capítulos más destacados de la reunión. El Gobierno francés sacó a relucir el hecho de que es el primer comprador que tiene España, con un volumen de 27.000 millones de francos anuales (unos 500.000 millones de pesetas), mientras España es el cuarto comprador. Para Francia es una obsesión prioritaria el tratar de equilibrar su comercio con España.
Los problemas sobre la reindustrialización y la transferencia de tecnología europea a nuestro país ocuparon otro de los capítulos importantes del seminario.
En política exterior, según manifestó el portavoz de la Oficina de Información Diplomática, Fernando Schwartz, la conversación fue más distendida. En el análisis sobre la situación mundial salieron a relucir los problemas de Oriente Próximo, la OTAN, el Magreb y Centroamérica. Respecto a estas dos últimas áreas se llegó al acuerdo de realizar acciones conjuntas. En el apoyo al grupo de Contadora, España y Francia sumarán esfuerzos
El Consejo de Ministros de mañana miércoles analizará y valorará la reunión. Ayer ni siquiera el presidente del Gobierno, Felipe González, pudo tener una referencia completa de lo tratado, dado que Miguel Boyer se quedó en París y Fernando Morán emprendió viaje, junto al vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, hacia Moscú. Fernando Morán, a causa de su asistencia a los funerales del líder soviético Yuri Andropov, ha retrasado en un día su viaje a Viena.
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