_
_
_
_

España y la CEE reanudan la negociación pesquera

Andrés Ortega

España y la CEE reanudaron ayer la negociación, interrumpida desde diciembre, para fijar el plan de pesca español en aguas comunitarias para 1984. El ambiente era poco propicio para las tesis españolas, ya que la Comunidad ha endurecido su postura respecto al año anterior. En efecto, la CEE pretende otorgar a España una cuota para la merluza, que constituye el pivote para las otras especies, de 7.000 toneladas. Naturalmente, esta es una postura de salida que se puede flexibilizar. Pero nunca tanto como para satisfacer los anhelos españoles, que piden 8.500 toneladas. El cupo en 1983 fue de 8.300 toneladas.Además de la reducción de la pesca en aguas comunitarias por razones científicas, la CEE pretende aplicar el principio de la regresividad a la pesca española en sus aguas. Así, el cupo para 1980 era de 11.870 toneladas. Indudablemente, si España no fuera país candidato, pescaría aún menos o nada en aguas de la CEE, pues tiene poco que ofrecer a cambio en sus propias aguas. Pero, de cara a la negociación del capítulo de pesca para el ingreso en la CEE, ésta insiste en el principio de la regresividad, pues se trata de que una vez dentro de la Comunidad no se le conceda a España más de lo que haya pescado antes del ingreso.

Junto a esta regresividad, hay otros puntos en, litigio. Así, como novedad este año, la CEE exige, para la zona VII del mar de Irlanda, contar al gallo y al atún entre las "especies asociadas", limitando su captura a un 3% -para cada una de las dos especies- del total de las capturas de merluza. España pedía ayer un mínimo de un 20% para aceptar este principio, pero podría conformarse con la mitad.

Palangreros y arrastreros

Ya en 1983, la CEE logró imponer a España la equiparación del rendimiento pesquero de palangreros y arrastreros, cuando antes un arrastrero, para las licencias de pesca, equivalía a tres palangreros. Así, la reducción real de la pesca en aguas comunitarias se hace realidad como una tenaza, habiendo fracasado hasta ahora todos los intentos españoles de fijar el plan de pesca hasta el día de la adhesión.

Algo ha ocurrido en estos años. La CEE se ha dado cuenta de que podía pescar -en vez de dejar pescar- y venderle a España lo pescado. Y así ha sido. Las importaciones en España de pescado de la CEE (fundamentalmente, calculado en precio de Francia, Reino Unido y Dinamarca) han aumentado a un ritmo similar en los últimos años al de la reducción de la pesca española en aguas comunitarias.

La captura de merluza por España en aguas comunitarias representa menos de una décima parte del total de la captura de merluza que hace España. Pero se consume mucho pescado en España (en 1979, el pescado representaba un 13,4% del total del consumo alimenticio). La réplica contra la CEE podría ser cerrar la frontera al pescado comunitario o imponerle aranceles muy elevados. Pero, en opinión de fuentes españolas, la merluza pesa mucho en el índice del coste de la vida.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_