La muerte del capitán general de Granada influirá en la fusión de dos regiones militares

El capitán general de Granada, teniente general Ricardo Oñate de Pedro, de 64 años, falleció ayer en el Hospital Militar Gómez Ulla, donde se encontraba internado desde el 22 de enero debido a un cáncer de pulmón que le fue detectado en noviembre. La muerte del general adelantará la fusión de las regiones militares II (Sevilla) y IX (Granada), prevista en el plan de Modernización del Ejército de Tierra (META).El fallecimiento del general se produjo a las 8.15 horas, "como consecuencia de un coma urémico producido por una anuria de 36 horas de duración", según el parte médico facilitado por el citado hospital. Tras conocerse la noticia, el alcalde de Granada, Antonio Jara, convocó una reunión con periodistas de los medios de comunicación locales, a los que expresó, "en el nombre de la ciudad", su condolencia "por la pérdida de tan gran soldado".

A las 13 horas, en la sede de la Capitanía General de Granada se celebró una misa por el general muerto, a la que asistieron los principales mandos de la zona. Los restos mortales de Oñate de Pedro serán trasladados hoy a Pedrosa de San Estaban (Valladolid), donde serán inhumados.

El fallecimiento del general Oñate, según fuentes de Defensa, puede adelantar la fusión en una única región militar de las capitanías generales de Granada y Sevilla, que comprenden todas las provincias andaluzas, además de Badajoz, Ceuta y Melilla.

Aunque no se ha tomado ninguna decisión oficial al respecto, es muy posible que la futura capitanía general unificada tenga su sede en Sevilla y se denomine Región del Estrecho. Defensa potenciará especialmente las unidades de esta zona, debido a su proximidad con las áreas de las que previsiblemente pueden partir las amenazas más probables para España.

Por ejemplo, gran parte de los misiles antiaéreos de baja cota que se adquirirán próximamente serán colocados en las proximidades del Estrecho.