El Parlamento nicaragüense inicia hoy el debate sobre el proyecto de ley para las elecciones de 1985

El Consejo de Estado (Parlamento) nicaragüense iniciará hoy los debates sobre el proyecto de ley electoral que ha de regir los comicios a celebrar en el país en 1985. El anuncio del comienzo de los debates, realizado ayer por la comisión electoral a instancias de la Junta de Gobierno, supone el levantamiento de la suspensión indefinida del proceso electoral ordenada el sábado por la propia comisión tras dos incursiones aéreas de fuerzas guerrilleras desde territorio hondureño.El comunicado oficial de la comisión electoral señala que el documento será presentado al pleno del Parlamento para pasar posteriormente a ser debatido en comisión, donde se elaborará un dictamen de la ley, para su posterior discusión en la Cámara.

Este primer borrador de la ley electoral contiene 180 artículos y estipula que la edad mínima para votar es de 18 años, según fuentes de la comisión parlamentaria que va a discutirlo, que también han revelado que el proyecto de ley estipula que en los comicios de 1985 se elegirán presidente, vicepresidente y una Asamblea Nacional Constituyente de 90 diputados. La fecha exacta de las elecciones se anunciará el próximo día 21.

"Las elecciones que se celebrarán en Nicaragua no podrán ser ajenas al clima de agresión y chantajes terroristas creado por la Administración Reagan", señalaba un comunicado de la Junta de Gobierno, que daba cuenta de la reanudación del debate sobre el proyecto de ley.

Con motivo del anuncio de la reanudación de los debates, los analistas comentaban ayer en Managua la diferente reacción registrada en los medios oficiales por los ataques de la guerrilla antisandinista.

Mientras qué el comisión electoral, presidida por el comandante Carlos Nuñez, declaraba el sábado que "en tanto las agresiones de Estados Unidos contra Nicaragua no dejen de crecer" quedaba suspendido el proceso electoral, el coordinador de la junta gubernamental, Daniel Ortega, anunciaba a su vuelta de Venzuela -donde había reiterado el compromiso democratizador de Managua- que por el momento el plan electoral no se vería afectado por los antisandinistas.

Estas manifestaciones contradictorias, señalan los observadores, son fruto de las divergencias existentes entre los nueve comandantes sobre la actitud a adoptar frente a lo que Managua denomina "presiones militares del Gobierno norteamericano" sobre Nicaragua. Hay quien considera que la supensión fue un golpe de efecto para detener los ataques, antisandinistas (ya a finales del año pasado se intentó algo parecido), pero que no era en absoluto una decisión firme, que corresponde adoptar a la Junta de Gobierno.