Siete despedidos de una empresa barcelonesa, heridos por un directivo con disparos de fogueo

Siete trabajadores despedidos de Industrias Gráficas Francino resultaron alcanzados por los disparos que realizó contra ellos, con una pistola de fogueo, el jefe de compras de la compañía, en la culminación de una serie de incidentes de origen laboral. Según manifestó el abogado de los despedidos, el revólver utilizado en la agresión se encuentra en las dependencias de la Guardia Civil y se trata, al parecer, de un arma que dispara cartuchos de gas.

A últimas horas de la tarde del viernes, cuando un grupo de 10 trabajadores que habían sido despedidos por Industrias Gráficas Francino, de la localidad barcelonesa de Rubí, se hallaban junto a la factoría expresando su protesta, el jefe de compras de la empresa salió del edificio, se acercó al grupo y, según los heridos, desde una distancia de un metro disparó contra ellos con una pistola de gas. Siete de los empleados resultaron alcanzados, tres de ellos en los ojos. A continuación, los despedidos se abalanzaron contra el jefe de compras y le agredieron, produciéndole lesiones y traumatismos varios. Fue retirado en ambulancia y se le apreció una herida en la cabeza en la que se le debieron aplicar siete puntos de sutura. El jefe de personal de Industrias Gráficas Francino, que intentó defender al jefe de compras, resultó igualmente herido, apreciándosele en el hospital la rotura de un brazo.El incidente registrado ayer en la industria vallesana pone de manifiesto la tensión creciente que vive la fábrica. El pasado mes de noviembre, se produjo una huelga motivada por el despido de un grupo de trabajadores que no aceptaron cambiar de turno, ni se avinieron a rebajar el índice de operarios por máquina. Estos hechos se produjeron después de establecerse un acuerdo entre el comité y la empresa, que fue desestimado por un nuevo consejo de administración, en el que figuraba corno presidente Rodolfo Martín Villa, que pasó a imponer nuevas condiciones.

Plan de viabilidad

Finalmente se llegó a un acuerdo con los trabajadores que incluía un plan de viabilidad y la eliminación progresiva de 150 puestos de trabajo. Después de la vuelta al trabajo, con la retirada de los despidos y la aceptación del comité de una regulación de jornada de 40 días, según fuentes del comité, la empresa presentó a los trabajadores un escrito en el que notificaba que no se podía pagar la totalidad de la paga extraordinaria por falta de liquidez.El comité de empresa y un grupo de trabajadores acudió al despacho del jefe de personal, reteniéndole durante dos horas, para posteriormente destrozarle el despacho y, agredirle. Tras la investigación de estos hechos, la empresa despidió a 14 trabajadores y sancionó a más de 30.

La respuesta de los trabajadores fue una nueva convocatoria de huelga, que no prosperó al decidir la gran mayoría de trabajadores la vuelta a la normalidad laboral.

Los 14 trabajadores despedidos se han venido concentrando diariamente frente a la factoría, encendiendo hogueras y haciendo sonar latas, en demanda de readmisión laboral, sin que existan otras medidas de solidaridad por parte del resto de la plantilla. Ello genera, de tarde en tarde, tensiones entre los trabajadores despedidos y el resto cuando los primeros increpan duramente a los segundos, Por lo que consideran una actitud insolidaria.

La tensión que vive Industrias Gráficas Francino se ha trasladado incluso a la calle y, ayer mismo, hubo una pelea con heridos en el barrio 25 de septiembre de Rubí, que tuvo su raíz en la conflictividad laboral de la industria.

A mediodía de ayer los trabajadores despedidos convocaron una asamblea a la que invitaron a fuerzas políticas y organizaciones sindicales en apoyo de un paro general en Rubí, en respuesta de los incidentes citados. Al acto asistieron cerca de 400 personas. La medida de fuerza sólo se vio inicialmente respaldada por el Partit dels Comunistes de Catalunya (PCC). Industrias Gráficas Francino se dedica a la fabricación de etiquetas y envoltorios de papel, teniendo como principal comprador a Tabacalera.