Destitución fulminante del jefe de la policía autonómica de Cataluña
El director general de Seguridad Ciudadana de la Generalitat, Miquel Sellarés, fue destituido ayer tarde fulminantemente por el conseller de Gobernación, Macià Alavedra, tras consultar al presidente Jordi Pujol. Oficialmente, el cese se produjo por la "última toma de posición pública" de Sellarés, unas declaraciones de Prensa, pero era un secreto a voces que las opiniones e iniciativas del director general disgustaban profundamente a Alavedra, y mantenian en permanente estado de tensión las relaciones entre la Administración central y la autonómica, sobre todo en lo referente a la policía de la Generalitat.El conseller de Gobernación regresó a Barcelona, procedente de Galicia, a mediodía de ayer. Sobre la mesa de su despacho encontró los recortes de prensa que recogían las últimas declaraciones de Sellarés. Alavedra consultó telefónicamente con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, que se encuentra en Galicia, y a las seis de la tarde convocó a Sellarés a su despacho, donde le comunicó, el cese.
Fuentes consultadas opinaron que resulta improcedente que un alto cargo -como Sellarés en declaraciones al diario leridano Segre- menosprecie la Junta de Seguridad ("no vale la pena asistir a una reunión en que no hay orden del día, ni nada de qué hablar, aparte de que no me gusta dialogar con según quién"), ataque al gobernador civil de Barcelona ("le quedan, pocos días") y hable despectivamente del ex presidente Tarradellas ("creo que los abuelos deben estar en su casa, con todos los respetos, no me gusta hablar de abuelos").
El presidente Pujol declaró ayer en la isla de La Toja que "un director general de Seguridad Ciudadana no ha he hacer declaraciones políticas, y menos aún como las que ha hecho". Cuando los periodistas le recordaron que no eran éstas las primeras declaraciones de Sellarés, contestó que, no era partidario de "coger a una persona en su primer error, pero llega un momento en que hay que tomar una decisión". Pujol recordó que el director general destituido es un viejo militante catalanista, que ha prestado buenos, servicios al país. Precisó que este cese no obedecía a presiones de nadie, y que no pone en cuestión el despliegue de la policía autonómica ni los acuerdos de la Junta de Seguridad.
Fuentes del Departamento de Gobernación insistieron ayer en que el cese se debía a las últimas declaraciones del director general. Sin embargo, extraoficialmente reconocieron que era la culminación de un proceso, "porque no se podía estar cada mañana con el corazon en un puño, esperando lo que diría la prensa".
Raimon Obiols, el líder socialista, antes de conocerse el cese, había calificado a Sellarés de "mariscal petulante". Después, el PSC afirmó que la destitución ha sido la enmienda del error inicial cometido con su nombramiento, y considera lógica la decisión de cesarle.
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