Peligra el Gran Premio de Fórmula 1 de Fuengirola
El contrato firmado entre el presidente de la Asociación de Constructores de Fórmula 1 (FOCA), el británico Bernie Ecclestone, y el grupo que quiere organizar una carrera de Fórmula 1 por las calles de Fuengirola carece de ventajas especiales, según confirmaron a EL PAIS fuentes de la FOCA. Es un contrato como los que firma la FOCA con cualquiera que pretenda organizar una carrera de Fórmula 1. Las mismas fuentes aseguraron que Ecclestone no forma parte del grupo organizador, pese a las informaciones en sentido contrario vertidas por éste. Para el británico, la carrera comenzará a tener algún sentido si, dos meses antes de la fecha teórica de la carrera -prevista para el 21 de octubre-, los presuntos organizadores ingresan en una cuenta suiza los 160 millones de pesetas que exige Ecclestone. Hasta entonces, pese a las obras que puedan realizarse por las calles de Fuengirola, no dejará de ser un proyecto.
La duración del contrato firmado entre el grupo que quiere organizar la carrera por las calles de Fuengirola tiene una duración de cinco años. De cualquier forma, dada la estructura actual del Circo de la Fórmula 1, ese contrato no asegura de ninguna manera que se vaya a disputar un Gran Premio de España en Fuengirola ni este año ni en los cuatro siguientes. De una parte, porque no es Bernie Ecclestone o la FOCA, sino la Federación Internacional (FISA), la que fija cada año el calendario internacional de pruebas.De otra, porque nadie puede asegurar por el momento el futuro de la Fórinula 1 tal como se conoce actualmente, aunque se presume incierto. Y, en definitiva, porque para que pueda disputarse una carrera de Fórmula 1 este año -o los siguientes- es necesario un desembolso de dinero próximo a 350 millones de pesetas, sin que puedan recuperarse después ni la mitad de esa cifra.
En busca del dinero
El grupo que quiere organizar la carrera en Fuengirola, que carece del dinero necesario, pretende conseguir apoyo económico suficiente como para reunir esos 350 millones de pesetas. Parece dispuesto incluso a soportar ciertas pérdidas, en un intento de alcanzar la rentabilidad dentro de un par de años. Sin embargo, de sus informaciones se desprende que desconoce tanto la auténtica cuantía de la inversión, como las pérdidas seguras que se originarán con el montaje de la carrera. Además, la falta de seguridad de que, una vez organizada este año, la prueba vuelva a ser incluida en los calendarios internacionales sucesivos -pese al contrato firmado con Ecclestone-, invalida la hipotética posibilidad del futuro resarcimiento.Las importantes obras de infraestructura, necesarias para convertir en un improvisado circuito de Fórmula 1 las calles del pueblecito de la costa malagueña, tendrán que llevarse a cabo antes de que comience la temporada turística. Los planos presentados y aprobados evidencian que, entre otras cosas, será preciso el derribo de algunas construcciones, así como la creación de vallas y pasos elevados que, después, tendrían que suprimirse. Su importe se calcula en unos 100 millones de pesetas. Según declaraciones del alcalde, Sancho Adam (PSOE), el Ayuntamiento necesitará ayuda económica para poder sufragar las obras que, en cualquier caso, colapsarán el pequeño pueblo costero.
El problema para el grupo que quiere organizar la carrera es, mientras el alcalde busca el dinero, conseguir el resto del montante total de la prueba. Sólo la partida que Bernie Ecclestone exige que debe estar depositada mediado el mes de agosto supone 160 millones de pesetas (fijo de salida de los pilotos).
A esta cantidad es necesario añadir el costo de las instalaciones de las tribunas, que será de unos 60 millones; los gastos de organización y promoción de la carrera, unos 30 millones de pesetas. Los 250 millones de pesetas del montante total de esta partida -cifra a la que habrá que añadir el costo de las obras de adaptación de Fuengirola, y que tendrá que aportar el Ayuntamiento- será lo que tenga que recaudar el grupo que quiere organizar la carrera.
200 millones de pérdidas
Para sufragar estos gastos, los únicos ingresos posibles son los que lleguen a través de la publicidad y la venta de las entradas -los derechos de televisión pertenecen a Ecclestone-. Por anteriores experiencias en España, y por las cifras que se barajan en otros circuitos, el montante de la publicidad difícilmente alcanzará los 70 millones de pesetas.Por otra parte, la fecha del 21 de octubre no es idónea para una posible asistencia masiva de espectadores. A finales de octubre es temporada baja de turismo, con lo que la parte sustancial de espectadores serán los habitantes de una zona deprimida, con escaso poder adquisitivo. En esas condiciones, recaudar más de 70 millones de pesetas será un empeño casi imposible.
Así, el saldo resultante arrojará unas pérdidas de unos 200 millones de pesetas. Difícilmente Roy I. Goff, cabeza visible de un misterioso grupo y encargado de conseguir la financiación, o la Junta de Andalucía, o el Ayuntamiento de Fuengirola, o el CSD, o la Federación Española estarán dispuestos a asumir dichas pérdidas.
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