Técnicos y fabricantes denuncian graves deficiencias en el equipamiento de electromedicina del sistema sanitario español

El equipamiento electromédico del sistema sanitario español es, en líneas generales, insuficiente, obsoleto e irracional, señalan las conclusiones a que llegaron los participantes en una jornada sobre La electromedicina en España, repercusión del modelo de sanidad, celebra da hace unos días en Madrid, en la sede de la Asociación Nacional de Industrias Electrónicas (ANIEL).

Los fabricantes de aparatos de electromedicina afirman además que el sector se encuentra al borde de la desaparición, debido a que el Insalud, que todavía les adeuda el 40% de los suministros no abonados de 1982, redujo drásticamente durante 1983 sus compras a este sector.La medicina está inmersa en la revolución tecnológica propiciada por la electrónica y la informática, se afirmó en esta reunión, citando el ejemplo de países como Estados Unidos, Francia o Japón, y esta revolución puede mejorar la calidad de los servicios médicos al mismo tiempo que se consigue una reducción de costes.

Los participantes en la jornada señalaron que el índice de consumo per cápita en España en electromedicina apenas alcanza la mitad del de Francia y Gran Bretaña, la tercera parte del de Dinamarca y la sexta parta del de la República Federal de Alemania. En la ponencia presentada por la comisión de bioingeniería del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación se afirma: "Nuestro bajo consumo en equipamiento se deja notar en la práctica clínica. Situación que se agrava. Por el gran porcentaje de aparatos aparcados por falta de mantenimiento, el rápido deterioro de los mismos por las malas condiciones de instalación y el alto grado de destecnificacíón en el personal sanitario".

El 'Piramidón', obsoleto

Afirma la misma ponencia que un período de cinco a seis años de amortización es normal en otras administraciones sanitarias, mientras que en la española la falta de dirección técnica cualificada en los hospitales ha provocado que no se prevea la amortización y la correspondiente reposición de instrumentos de acuerdo con un plan de explotación racional de los mismos. Se cita, en concreto, el Centro de Especialidades de la Seguridad Social Ramón y Cajal, de Madrid (denominado Piramidón), del que afirma que su situación real, a siete años de su inauguración, es de, obsolescencia tecnológica. "Parte de aquel novísimo equiparniento eran restos de series en vias de obsolescencia en sus países de origen".Señalan también los técnicos la irracionalidad en la adquisición de equipos electromédicos, que ha producido el predominio de la actividad comercializadora y sobre todo importadora (sólo el 10% de los equipos de electromedicina es de fabricación nacional), frente a la industria nacional.