La política económica del Gobierno es adecuada, según Alejandro Albert, presidente del Hispano Americano

"La política económica que está haciendo el Gobierno es la adecuada, pero tiene que persistir en ella, ser tenaz", afirmó el lunes el presidente del Banco Hispano Americano, Alejandro Albert, en la cena posterior a la conferencia sobre La Banca ante la sociedad española actual, pronunciada el pasado lunes en el Club Siglo XXI. Albert, que en otro momento de la cena desestimó rotundamente ante una pregunta la posibilidad de que fuese necesario un Gobierno de coalición PSOE-AP ante la gravedad de la coyuntura económica, dio su conferencia rodeado de banqueros y empresarios, y con la ausencia notable de las autoridades políticas, monetarias y de hombres representativos del partido en la oposición.

Esta opinión pública de Albert contrastaba con la expresada en privado por algunos representantes de las fuerzas económicas presentes, entre los que caben destacar José Ángel Sánchez Asiaín (presidente del Banco de Bilbao), Emilio Botín y José Luis Marauri (presidente y director general respectivamente del Banco de Santander), Luis Valls Taberner (presidente del Popular), Pedro de Toledo (consejero delegado del Banco de Vizcaya), José María Saínz de Vicuña (Banesto), Ricardo Tejero (Central), Rafael Termes (presidente de la AEB) y empresarios como José Antonio Segurado (presidente de la patronal madrileña), Santiago Foncillas (presidente del Círculo de Empresarios), Javier Oraa (General Motors) Jaime Fonrrodona, Adrián Piera, etcétera. Además, acompañaba a Albert casi todo el staff del grupo Hispano Americano (Jaime Soto, José María Loizaga, Jaime Carvajal, Gregorio Marañón ... ).

El ajuste del sector público

Alguno de los banqueros presentes era de la opinión de que los socialistas habían conseguido unos datos de coyuntura muy presentables (sobre todo crecimiento, inflación y reducción del déficit), pero que la reforma de las estructuras estaba intacta, y que por lo tanto se había perdido otro ejercicio en iniciar el ajuste del sector público. En esta última idea abundaba Albert, cuando en su conferencia explicaba "la diferencia de comportamiento entre las actividades de mercado y las actividades administradas. Los sectores económicos sometidos a las leyes del mercado han afrontado con mejor o peor fortuna su readaptación a las nuevas condiciones económicas. Pero las actividades económicas administradas, aquellas que por una u otra razón no se encuentran sometidas a la disciplina del mercado, no han conseguido llevar a cabo todavía su proceso de reconversión".

Otro empresario, que hace poco tiempo ha sido recibido por el presidente del Gobierno, Felipe González, en una ronda de conversaciones que no ha trascendido a la opinión pública, indicó a este periódico algo semejante: que pese a la mejora de la coyuntura el momento es trascendental. "El primer semestre de este año es vital para la economía", afirmó. "Si se desbordan las previsiones salariales y se pierde el impulso de la reconversión industrial, prácticamente se habrá perdido la legislatura y en 1985, perdidos los objetivos de creación de empleo e inflación los socialistas pueden radicafizarse e iniciar otra política económica, mucho menos conveniente para los intereses del país".

Déficit límite

José Antonio Segurado comentaba el interés de que un banquero como Alejandro Albert hubiera planteado el problema del deficit público afirmando que "el Gobierno sabe muy bien que esta situación tiene un límite y que en una economía con baja capacidad de ahorro, como es la española, no puede sostenerse de manera indefinida un déficit público tan abultado sin provocar una situación límite para el sector privado y para el mercado financiero".

Preguntado por el coste de la absorción del Banco Urquijo, Albert explicó que "se ha liberado al Hispano Americano de la suscripción de fondos públicos por 40.000 millones de pesetas en cinco años".

Sobre Explosivos Río Tinto, el presidente del Hispano Americano dijo que en estos momentos hay un 90% de bancos a favor del plan Escondrillas III y una serie de bancos, principalmente europeos, reticentes. "Es posible que el consejo de ERT rebaje el listón del 97% de bancos conformes para que el plan sea ejecutivo. Probablemente en enero se arreglará el problema".

Por último, Albert explicó que la banca española está dando de nuevo fondos a los países latinoamericanos, aunque sólo sirven para pagar los intereses de la deuda antigua.