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Estallido social en Marruecos

La Guardia Civil española mantiene los controles de acceso a Melilla, mientras Rabat impide a la Prensa llegar a Nador

Sigue manteniéndose en Melilla el refuerzo de guardias civiles españoles en los controles de acceso a la ciudad, mientras que por parte marroquí, en la propia frontera de Beni-Enzar, se observa la presencia de camiones del Ejército con soldados provistos del correspondiente armamento y en estado de alerta. Las autoridades marroquíes impidieron ayer a varios periodistas llegar a Nador y expulsaron al enviado especial de la agencia France Presse.

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Parece confirmarse el número de 40 muertos, registrados en los graves incidentes de Nador, a tenor de las últimas noticias que han llegado a Melilla procedentes de Marruecos. Asimismo ha podido comprobarse que los disturbios no han tenido lugar únicamente en la citada ciudad, sino que, se han extendido a los poblados de Beni-Enzar y Farhana, donde, según testigos presenciales, el ejército disparó contra grupos de manifestantes sin previo aviso.De las cuatro personas que permanecen ingresadas en el hospital de la Cruz Roja de Melilla, dos resultaron heridas en Beni-Enzar; otra, en Farhana, y la cuarta, en Nador. Un quinto herido fue asistido en dicho centro hospitalario; pero, debido a la escasa importancia del balazo, fue inmediatamente dado de alta.

Por otro lado, fuentes procedentes de Marruecos han afirmado que los disturbios de Nador han sido menores en comparación con los que se registraron en estos últimos días en Alhucemas, ciudad situada a 170 kilómetros de Melilla, y de los cuales apenas se tiene información. Estas mismas fuentes confirman que los muertos en Alhucemas pudieran acercarse al centenar. Corren rumores también de que se ha convocado una manifestación a nivel nacional para el próximo lunes, día 23. A ella, junto con los estudiantes, asistirá previsiblemente la práctica totalidad de los marroquíes que se quejan de la subida de precios que en los últimos tiempos han experimentado los productos básicos.

Durante la mañana de ayer, Melilla se convirtió en centro neurálgico de reunión de enviados especiales de Prensa, radio y televisión, aunque el paso a Marruecos fue prácticamente imposible, debido a las innumerables dificultades que las autoridades aduaneras marroquíes ponen en la frontera de Beni-Enzar. Este periódico ha podido saber que un enviado especial de la agencia France Presse, tras conseguir llegar en avión al aeropuerto de Oujda -ciudad situada a 150 kilómetros de Melilla-, fue obligado a regresar en el vuelo siguiente, al comunicársele por la policía que para visitar las zonas de Nador y Alhucemas debía contar con un permiso especial expedido por el Ministerio del Interior marroquí.

En Melilla, aunque las noticias de cuanto acontece a pocos kilómetros son seguidas con ansiedad, la tranquilidad es total; pero ayer no se vieron automóviles de matrícula argelina, en los que generalmente venían a pasar estos días en Melilla muchos trabajadores españoles en Argelia.

Esto, unido a la menor entrada de marroquíes en la ciudad, ha hecho que las calles de Melilla no tengan el bullicio normal de cada sábado.

Hoy, en Nador, no se han producido disturbios de ningún tipo, aunque el ambiente sigue siendo tenso y la presencia de manifestantes en la calle puede reproducirse en cualquier momento.

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