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Indicios de que se han modificado las relaciones entre Francia y los 'etarras'

Las relaciones entre el Gobierno de París y los refugiados vascos en el sur de Francia no se han roto, en la medida en que no existían oficialmente, pero su naturaleza parece haberse modificado.Tres elementos han influido en ese cambio observado hace unos días. Primer elemento: las autoridades francesas, empezando por el presidente de la República, François Mitterrand, se han enterado de lo que ocurre en los Pirineos Atlánticos, o así lo aparentan al menos. El presidente del Gobierno español, Felipe González, ha contribuido a esclarecer ese punto del problema vasco, pero, antes, el rey Juan Carlos I, cuando el otoño último viajó a París para asistir a la conferencia general de la UNESCO, cenó privadamente con Mitterrand y, al parecer, ya empezó a "abrirle los ojos" a este último. Puede parecer extraño este aspecto de un cierto desconocimiento de la cuestión vasca por parte de las autoridades francesas, pero, en efecto, los sucesivos Gobiernos de París, en los últimos años, se han interesado muy someramente por dicha cuestión.

Segundo elemento motivador de la nueva situación: el clima de violencia que ha incendiado el País Vasco francés las últimas semanas ha causado alarma en París.

Una tercera razón parece haber inspirado al Gobierno francés: la hipótesis de alcanzar un eventual compromiso tras haber conseguido una situación de fuerza. El Gobierno socialista, en efecto, muy oficiosamente, nunca ha desdeñado la posibilidad de dialogar con los representantes máximos de ETA.

El Gobierno de París nunca se ha comprometido con ETA Militar. Sin embargo, han existido encuentros bilaterales a niveles relativamente importantes, pero totalmente informales y destinados sólo a sondearse mutuamente. De manera implícita, entre ETA Militar y los Gobiernos de París se ha sobreentendido que, sin necesidad de hablarse, la residencia de los militantes vascos en su santuario, de entrada, exigía una conducta irreprochable por su parte. Ahora, precisamente porque la paz civil se ha roto, las autoridades socialistas han intervenido. Jacques Colliard, portavoz del Ministerio del Interior francés, declaró ayer que el Gobierno de París seguirá actuando con el propósito de poner fin al clima de inseguridad y violencia que afecta al sur de Francia.

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