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Las presiones del Gobierno galo están forzando a ETAm a replantear su estrategia y buscar una salida negociada

Las medidas de expulsión y confinamiento de refugiados vascos adoptadas por las autoridades francesas, actuaciones que, según todos los indicios, se inscriben en el marco de un plan policial de largo alcance, sitúan a ETA Militar en una posición sumamente comprometida. Todo parece indicar que esa organización quedará obligada a cuestionar su estrategia y buscar una salida negociada. Según fuentes de la Administración francesa, el Gobierno galo está forzando a los milis en esa dirección, con la amenaza de desalojarles del sur de Francia mediante confinamientos y expulsiones masivas.

La reciente redada policial, que ha descabezado a los poli-milis de la VIII Asamblea, era conocida de antemano por la dirección de ETA Militar, y ha supuesto para esta organización terrorista el aviso definitivo y la prueba más tangible del cambio de actitud operado en la Administración francesa. Los milis esperaban que se produjera una acción policial similar, no sólo como conclusión lógica del clima generado en el País Vasco francés tras las acciones de los GAL, las presiones del Gobierno español y las insinuaciones del diputado socialista Jean Pierre Destrade, sino, sobre todo, porque contaban con la advertencia expresa de personas ligadas a determinados miembros de la Administración francesa con las que mantienen contactos desde hace años.De hecho, según estas fuentes, ETA Militar y el Gobierno francés han respetado durante años un acuerdo tácito, nunca un pacto formal, surgido de esos contactos, incrementados, en los momentos en los que la amenaza era más patente o la presión española se hacía más palpable. Los milis ratificaban su disposición de no desarrollar actividades en suelo francés y a cambio recibían cierta seguridad de que no iban a ser molestados excesivamente por la policía, salvo, naturalmente, en los casos en los que vulneraran la legislación francesa.

Aplazada la asamblea de ETAm

Dicho acuerdo parece haberles permitido soslayar, en buena medida, la represión que esporádica mente ha ejercido la policía francesa, que, preferentemente, se ha desviado hacia organizaciones como ETA Político-militar o los Comandos Autónomos Anticapitalistas.

Algunas fuentes sostienen que amplios sectores de los milis, incluido el que encabeza Antxon Etxeveste, a quien se atribuyen posiciones más inflexibles que las del propio Domingo Iturbe, están por una vez de acuerdo en la necesidad de una salida, no necesariamente única, y a la que parecen oponerse los elementos más jóvenes de esta organización.

La actitud adoptada por los refugiados vascos, que han acordado en una asamblea reciente no presentarse en las comisarías francesas para renovar sus cartas de residencia, puede responder a un gesto de protesta por las recientes medidas, pero también esconder el temor a recibir de manos de la policía nuevas órdenes de confinamiento. El comunicado de protesta elaborado por los refugiados está lleno de referencias a la ciudadanía, a la democracia y a la justicia, y establece un tono general sumamente comedido. Se diría que han descartado el enfrentamiento directo con. la Administración francesa, conscientes de que cualquier gesto airado puede acarrearles una mayor represión.

De hecho, los diversos enfrentamientos ocurridos semanas atrás en Bayona 31 San Juan de Luz, a raíz de los asesinatos de Ramón Oñaederra y Mikel Goikoetxea, no lograron detener, antes al contrario, la redada última.

Abandonos de la lucha armada

Se afirma incluso que los milis están dispuestos a aceptar de una forma implícita que presos de su organización y refugiados, desconectados en la actualidad de la práctica violenta, se sumaran a las listas de antiguos activistas que buscan una salida personal y se muestran decididos a abandonar su apoyo a la lucha terrorista. La acumulación de presos y refugiados que no ven una perspectiva a su situación preocuparía a ETA Militar, que, al parecer, no ha podido celebrar su asamblea, anunciada para las fechas de Navidad probablemente a causa de las actuaciones de los GAL y de la actitud policial francesa. Algunos sostienen que Domingo Iturbe ha ganado posiciones en el seno de ETA Militar y que la frustrada asamblea podría haber puesto de manifiesto, caso de haberse celebrado, una nueva correlación de fuerzas. Medios gubernamentales manifestaron que, en el supuesto de que ETA Militar busque beneficiarse como organización de ese proceso de reinserción social abierto para presos y refugiados, el Gobierno cambiaría su táctica, ya que ese proceso va dirigido a contrarrestar el terrorismo, y no puede ser reducido a una labor meramente humanitaria.

En relación con la lista de presos y refugiados que se manifiestan dispuestos a abandonar cualquier postura de apoyo a la violencia, el lendakari Carlos Garaikoetxea afirmó ayer públicamente haber recibido más de una veintena de cartas, en su gran mayoría de presos, dispuestos a acogerse a eventuales medidas de gracia que otorgue el Gobierno. A esta relación de nombres habría que añadir los de una quincena que ha remitido escritos al Defensor del Pueblo, Joaquín Ruiz Giménez, y los que posee el propio Juan Félix Eriz, el empresario vasco que ha actuado de mediador en varios secuestros. Asimismo, hay que sumar también los nombres de antiguos activistas que poseen algunos abogados, entre ellos, al parecer, Juan María Bandrés; varios casos que se encuentran en manos de un gobernador civil; y un grupo de refugiados establecidos actualmente en Venezuela y México.

En los próximos días, una docena de antiguos miembros de la VII Asamblea de ETA Político-militar, entre los que se encuentran José María Fernández Lara, Txepe, y Miren Alkorta, Argi, regresarán a España y legalizarán su situación compareciendo ante la Audiencia Nacional, en cumplimiento del acuerdo negociado por dirigentes de Euskadiko Ezkerra y el Gobierno. Precisamente, el lendakari Carlos Garaikoetxea recibirá hoy en Ajuria Enea a Fernando López del Castillo y Luis Emaldi Mitxelena, dos dirigentes de ETApin VII Asamblea que regresaron hace unas semanas.

Tres centenares de profesionales del País Vasco, en su mayoría médicos, abogados y arquitectos, han recibido en los últimos días cartas firmadas con sellos falsificados de ETAm y ETApm, en las que se les exige el pago del denominado impuesto revolucionario. Los receptores de estas cartas, al parecer falsas, son en algunos casos simpatizantes de Euskadiko Ezkerra, partido que ha denunciado esta campaña masiva y solicitado que los destinatarios de las cartas las pongan en conocimiento de la Consejería del Interior del Gobierno vasco.

Por otra parte, varias empresas que se anuncian habitualmente en el Egin han recibido estos días cartas escritas en euskera, en las que se les advierte que dejen de suministrar publicidad a ese diario.

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