Palermo revela en el Encuentro Internacional de Títeres, Pupos y Marionetas la vitalidad del 'teatro menor'

En Palermo (Italia), corazón de Sicilia, se acaba de celebrar el IX encuentro internacional de Títeres, Pupos y Marionetas, en la que ha triunfado rotundamente el grupo Els Rocamara, de Barcelona, que ha recibido sólo elogios de la totalidad de la crítica teatral. Este año el encuentro de estos maestros del teatro menor ha sido marcadamente internacional, por lo que Marcella Smocovich ha podido escribir en II Messaggero que durante 12 días "Palermo ha sido la capital mundial de los pupos y marionetas" y ha mostrado la vitalidad de estas formas escénicas.

Desfilaron en este encuentro intemacional desde pupos soviéticos españoles, turcos, franceses, británicos, y se ha podido palpar que en Italia mismo los pupos no son un monopolio siciliano, sino que tienen una profunda tradición en todo el país. Así, hicieron furor, por ejemplo, los títeres de Ravena.Este encuentro ha sido importante también porque ha revelado que el llamado teatro menor no sólo no está en crisis, sino que pasa por una fase de auténtica resurrección. Y también ha quedado claro que el teatro de figuración posee hoy una característica nueva, con técnicas más modernas y formas representativas más actuales.

Junto con el IX Encuentro Inter,nacional de Títeres, Pupos y Marionetas, este año ha tenido lugar en Palermo, simultáneamente, el I Congreso Internacional sobre el Teatro de Figura, bajo el lema Los personajes cómicos; máscaras, bufones y truhanes, que tuvo lugar en el Museo Internacional de Marionetas.

Se ha dicho en Palermo que todas estas actividades sobre el fantástico mundo de pupos y títeres no tiene como finalidad "recuperar con actitud nostálgica una materia ya muerta", sino, al revés, el de "introducir el teatro de folklore en el panorama teatral moderno". Y lo curioso es que no existe en Sicilia, tierra ancestralmente famosa de pupos y marionetas, una escuela para aprender este arte sutil y misterioso. Es la pasión lo que hace mover mágicamente las manos de los más famosos marionetistas para construir y mover sus héroes.

Estos maestros de las marionetas de Sicilia este año se han entusiasmado con los jóvenes catalanes Fausto y Rosa, de quienes ha escrito el semanario Il Espresso "que han logrado llevar a cabo una especie de revolución de tipo pirandelliano en el campo de las marionetas". Y de verdad revolucionaron al público, chico y grande, con su obra La maleta, donde las escenas del toro que hace huir despavorido a Fausto arrancaron aplausos y risas incontenibles. Lo que el público no llegaba a creer con sus ojos era cómo los hermanos Rocamara lograban dar vida a sus marionetas ocultando mágicamente los hilos que las movían aun estando a dos metros del público. Fausto ha impresionado por el hecho de que se sabe que es al mismo tiempo el ideador, el conductor y el fabricante de sus muñecos, ligerísimos, de cartón, que pesan menos de medio kilo.

Junto a los títeres españoles han triunfado también en Palermo las célebres marionetas del soviético Obrazof, la cooperativa teatral E. Macri de Acireale, con la obra Llegada de Angélica a París; los títeres del profesror de Londres Ingles, con Punch and Judy, el teatro de las sombras de Teceddill, de Estambul, y los pupos de Amiens del teatro de animación Picard.