La nueva autopsia de Robert Boulin, ex ministro de Giscard d'Estaing, muestra que fue asesinado
Robert Boulin, el que siendo ministro de Trabajo del Gobierno del presidente Valéry Giscard d'Estaing se suicidó en octubre de 1979, debió su muerte a unas manos asesinas y a su presunta relación con el escándalo de los aviones husmeadores. El resultado de la segunda autopsia da pie a su familia para así afirmarlo.
Los aviones husmeadores -desde que despegaron, hace menos de un mes- no acaban de dar disgustos en este país. La última pirueta de esos aparatos -que a Francia le costaron 10.000 millones de pesetas porque, teóricamente, eran capaces de detectar yacimientos petrolíferos desde el aire- dejaría al descubierto a los eventuales asesinos del que era ministro de Trabajo en 1979, Robert Boulin.Boulin, al considerarse traicionado por sus amigos políticos, se suicidó el día 29 de octubre de 1979. El gesto desesperado de un hombre al que públicamente se consideraba como un modelo de honestidad causó una profunda impresión. En cuanto se descubrió su cuerpo en un lago próximo a Versalles, rápidamente, y de manera más o menos precisa, se realizó la autopsia, que concluía: "Boulin se ahogó" en el lago después de ingerir dosis importantes de drogas.
La familia de Boulin -su esposa, su hijo y su hija- no ha cesado desde entonces de hurgar en la trama, incomprensible a primera vista, que convirtió a Boulin en un cadáver. Ayer, por fin, se conoció el informe sobre la segunda autopsia, que evidenciaría traumatismos serios en la nariz y en la mandíbula izquierda. Esto, en opinión de la familia de Boulin y de muchos expertos, probaría que el ex ministro de Trabajo de Giscard d'Estaing fue asesinado.
Quedan por saber las razones de ese eventual asesinato. Para la mujer y los hijos de Boulin, no cabe duda de que el ministro fue eliminado porque estaba en posesión de informes que comprometían a la clase política francesa Boulin, de 1978 a 1979, fue ministro delegado de Finanzas, lo que explicaría su conocimiento del asunto de los aviones husmeadores, que en aquella época precisamente se encontraban en plena temporada de husmeo.
De acuerdo con las declaraciones que ayer hicieron los hijos y la mujer de Boulin este último, el mismo día de su muerte, llegó a casa con una pila de documentos, parte de los cuales dejó en el coche y que después desaparecieron. Entre esos documentos se encontrarían cuatro informes importantes que Boulin se disponía a dar a conocer a la opinión pública. Uno de ellos se refería a Elf-Erap, es decir, a los aviones husmeadores. Otro tocaba financieramente a una firma que después iba a ser nacionalizada por los socialistas. Otro más, a la Seguridad Social, y se advierte que no sólo estaban mojados representantes de la mayoría de derecha, sino también de la oposición. Por fin, un cuarto asunto se refería a ventas de aviones a los países árabes: todos los partidos políticos, salvo el comunista, se encontrarían implicados en el negocio, según el hijo de Boulin.
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