Un plan con el piloto puesto

De los 4.868 millones de pesetas asignados este año al nuevo Instituto de Fomento de las Exportaciones (INFE), el doble que en 1983, más de 1.300 millones serán gastados en Estados Unidos. La exportación es la esperanza blanca de crecimiento para la economía española. Y el primero de los principios generales del plan que acaba de ponerse en marcha se centra en reorientar las acciones hacía países solventes o con economías. en expansión.Quizá salvo el segundo principio -"mantener nuestra presencia en Iberoamérica" y otros países amigos en dificultades-, todos los demás podrán estrenarse en Norteamérica: prioridad a sectores con mayores ventajas de futuro; énfasis en los bienes de consumo que necesiten menor financiación; crear consorcios exportadores de pequeñas y medianas empresas, así como empresas de comercio exterior y de servicios; prioridad a la inversión y tecnologías extranjeras que lleven aparejados programas de exportación; más medios y profesionalidad en los instrumentos de promoción; utilizar como arma el comercio de Estado, y negociar contra los crecientes obstáculos.

Las medidas de fomento (financiación, seguros ... ) influirán menos en la prioridad norteamericana, en la que habrá que reforzar la negociación y las medidas de promoción extensibles a otros países industrializados. La Administración española se queja de que más de un tercio de nuestras ventas sufren medidas proteccionistas.

Los primeros dineros para la reconquista comercial de EE UU se destinarán a subvenciones para establecer redes comerciales, apoyar la promoción y publicidad de marcas, ayudas a la formación de consorcios y, sobre todo, la apertura de centros de promocióñ en los núcleos con más hispanos (Nueva York, Chicago, Miami, Los Ángeles, etcétera).