La redada contra ETA, primer paso de un nuevo marco de relaciones España-Francia

La expulsión de Francia de seis destacados miembros de la organización terrorista ETA se considera que va a ser el comienzo de una nueva etapa en las relaciones hispano-francesas, que afectarán globalmente a las negociaciones de nuestro país con la Comunidad Económica Europea. Fuentes gubernamentales mostraron ayer su optimismo por el nuevo clima en las relaciones con París, que podría llevar a la firma, en este semestre del año, durante la presidencia francesa, del tratado de adhesión de España a la CEE.

Las mismas fuentes reconocen que la nueva actitud del Gobierno de París es consecuencia directa de las conversaciones y gestiones de Felipe González, no sólo con el presidente francés, François Mitterrand, sino con los dirigentes de Estados Unidos, la República Federal de Alemania, Italia, Grecia y Austria, entre otros países, quienes, a su vez, habrían presionado a Mitterrand en favor de las demandas españolas, tanto en lo que se refiere al problema terrorista como a las pretensiones de ingresar en el Mercado Común.En el nuevo clima de cooperación entre Madrid y París se incluirían otros temas que afectan a las relaciones exteriores españolas.

Por lo que respecta a la redada de la policía francesa contra varios dirigentes y militantes de las organizaciones terroristas ETA Militar y ETA Político-militar, también se considera que la entrevista González-Mitterrand fue decisiva. Al término de: aquel encuentro, el presidente del Gobierno español se limitó a mostrar su esperanza en una nueva colaboración gala, añadiendo que, aunque se trataba de un problema español, "la solución del rompecabezas empieza en Francia". El su encuentro con Mitterrand, Felipe González le recordó los numerosos actos delicti.vos y los centenares de atentados mortales de los terroristas de ETA.

Medios cificiales franceses insistían ayer en que la operación policial del martes contra los etarras "es sólo un comienzo", en el caso de que la violencia terrorista no cese, y que para que eso no ocurra el Gobierno de París no dudará en repetir las medidas que acaba de practicar expulsando de su territorio a varios dirigentes de ETA y confinande en el norte del país a otros refugiados, hasta ahora instalados cerca de la frontera hispano-francesa.

Al término del Consejo de Ministros de ayer, el portavoz del Gobierno dijo que la redada contra los etarras no había sido una acción concertada entre el Gobierno español y el francés, y que dicha operación resulta "algo muy positivo, un paso muy importante, que, sin duda, contribuirá a mejorar las relaciones entre las dos demócracias".

Los seis etarras trasladados al departamento francés de ultramar, en la isla caribefia de Guadalupe, han sido expulsados de Francia y se trasladarán a Panamá, de donde posteriormente se dirigirán a otros países latinoamericanos, con los que se han establecido contactos para que los acojan, dentro de un plan de lograr a medio plazo la reinserción social de aquellos que depongan de sus actividades terroristas.

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