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La izquierda en Francia

( ... ) Las bases mismas del poder socialcomunista se encuentran afectadas. ( ... )La posición del partido comunista se hace insostenible. Sin duda, ha tragado muchas cosas desde 1981. Pero, al aprobar las decisiones del poder en el asunto Talbot, sus ministros lo han colocado ante una alternativa temible: o reniega de los postulados que constituyen su razón de ser par a guardar sus cuatro ministerios, con el peligro de desesperar a sus militantes, o retoma su libertad.

Con toda probabilidad, el mantenerse apartado se convertirá para el partido comunista en un ejercicio cada vez más peligroso a medida que se acentúen las exigencias de la reestructuración industrial.

Pero Poissy dejará también huellas profundas en el partido socialista. El despertar socialista es brutal y la confusión de los espíritus, total. El mismo día se escucha a Pierre Mauroy prodigar seguridades al pueblo de izquierda y a Laurent Fabins predicar la resignación.

Al querer todo y su contrario, los socialistas se encuentran en una encrucijada. Obligados a hacer una política para la que no fueron elegidos, se esfuerzan en dar gato por liebre, relanzando el combate ideológico. Los atentados a la libertad de enseñanza y el estatuto de la Prensa están destinados a calmar a los militantes desorientados y la explotación política dejas dificultades de Elf Aquitaine para desviar la atención. ( ... )

Estas maniobras no han bastado para ocultar la desazón de un Gobierno cuyas contradicciones aparecen en toda su amplitud con motivo de los dramas sociales provocados por las mutacionet industriales. (... )

, 7-8 de enero

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