La situación en Tunicia

(...) Tunicia, desde la aparición del integrismo musulmán, no ha permanecido al margen de éste, lo que se manifiesta en una desvalorización y en un repudio de los valores occidentales. Pero la decidida política laica del presidente Burguiba desde la independencia, la apertura hacia Occidente, una ilimitada corriente de turistas que, llenan las mezquitas y los lugares santos han suscitado una dura reacción de protesta. Ahora, los jóvenes tunecinos se entusiasman con la vuelta a la ortodoxia y a la tradición religiosa, símbolo de la identidad nacional. En este contexto, Irán y Siria no aparecen como instigadores, sino como auténticos ejemplos. Se trata de un proceso político con amplias derivaciones, cuya originalidad y potencialidad han sido poco entendidas por los Gobiernos europeos occidentales. 6 de enero