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El primer premio el sorteo de la lotería del Niño, vendido íntegramente en la provincia de Ciudad Real

Una lluvia de 4.000 millones de pe setas, correspondientes al primer premio de la lotería del Niño, el número 25.760, cayó ayer sobre Ciudad Real, después de tres años de sequía en los campos de cereales manchegos. Las 20 series del número premiado con el gordo fue ron vendidas en la administración de lotería número 2, denominada Viuda de Carmona y situada en el número 3 de la calle de Alarcos Funcionarios y campesinos fueron los principales agraciados y festejaron el acontecimiento con todo tipo de bebidas, desde champaña hasta manzanilla.A las cuatro de la tarde, el restaurante Miami, en la calle Ronda de Ciruela, de Ciudad Real, era una fiesta. Muchas decenas de millones eran celebradas en dos mesas distintas. En la primera, Francisca Expósito, José María Avileo, Manuel Carrión y sus familiares y amigos brindaban con champán whisky y café irlandés por los 260 millones de pesetas que habían caído sobre los funcionarios de la Consejería de Industria de la Junta de Castilla-La Mancha. "Ante sólo me ponían señor don en las le tras de cambio; ahora todos me llaman así", decía el funcionario Luis Molero.

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En cuanto al matrimonio forma do por Francisca Expósito y José María Avileo, apenas salían de su asombro. Francisca, funcionaria de la consejería, como su marido había comprado el pasado 28 de diciembre, día de los Inocentes, unas 26.000 pesetas del número 25.760, que repartió entre todos sus compañeros, menos un ordenanza y un ingeniero técnico, que rehusaron la oferta. Eso ha su puesto que más de 20 trabajadores de la consejería, incluido su director, Juan Antonio Ochoa, recibieran ayer cantidades que oscilan entre los tres y los 10 millones de pesetas.

En otra mesa del restaurante Miami, Carlos García y Javier Moreno, amigos y funcionarios de la delegación en Ciudad Real del Ministerio de Educación y Cien cia, celebraban los 30 millones de pesetas que les habían correspondido conjuntamente por algo más de un décimo que compró el primero. Carlos García comentaba que a lo largo de toda la mañana habían sido objeto, en su casa, en su trabajo y en la calle, del acoso de los empleados de las 56 sucursales bancarias que operan en la capital manchega.Es que esta es una ciudad muy pequeña, y aquí todo el mundo se conoce y por tanto sabe de inmediato la fortuna o desventura de sus conciudadanos".

Para mitigar la sequía

En la misma mesa, con restos de comida y bebida aún, Angelines Díaz, mujer de Carlos García, informaba que su padre había sido beneficiado con unos 100 millones de pesetas porque también jugaba una fuerte cantidad en el número que ayer obtuvo el primer premio de la lotería del Niño. "El Club de Fútbol Manchego será uno de los principales beneficiados de este diluvio de millones, porque muchos de los que nos ha tocado somos socios o directivos", añadió Carlos García.

Ciudad Real se había levantado entristecida por la subida del precio del gasóleo decretada el día anterior por el Consejo de Ministros. Después de tres años de sequía que habían obligado a abrir numerosos pozos subterráneos e incluso habían propiciado la reaparición de los zahorís, los agricultores de la provincia estaban agobiados. Muchos de ellos habían contraído severas deudas con la Caja Rural. En la cafetería La Campana, situada justo enfrente de la administración que había vendido todas las series del primer premio, también fue la de ayer una tarde de fiesta. Uno de sus camareros, Ángel Ortega, había conseguido dos millones de pesetas de una forma muy singular. A las dos de la tarde se presentó en la cafetería su amigo Vicente Granados, empleado de la Unión y el Fénix Español, y le dijo: "Había jugado por ti 200 pesetas en el primer premio. Aquí te las entrego". Ortega abrazó a su amigo y siguió sirviendo pinchos de tortilla con su chaquetilla y corbata negras. "No sabía que jugaba a ese número", dijo.

Hacia las cinco de la tarde entró en la cafetería Carmelo Juan Moreno, funcionario del Instituto Nacional de la Seguridad Social y pidió una manzanilla. Camareros y clientes se acercaron a él para felicitarle por los 20 millones de pesetas que le habían correspondido por un décimo del número 25.760. Carmelo agradeció los parabienes y continuó impertérrito con su infusión.

A media tarde, se presentó en la administración número 2 María Concepción Carmona, su propietaria. "Aquí se han vendido todas las series. Algunas de ellas, unas cuatro y pico, las llevó mi marido al bar El Menano, de Manzanares, donde ejerce de maestro". La lotera dijo que no había puesto perejil a san Pancracio, y añadió que se alegraba por los mala sombra "que decían que la lotería nunca tocaba en Ciudad Real".

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