La medicina debería socializarse en España, según el urólogo Antoni Puigvert

La necesidad de restablecer la figura del médico de cabecera y de socializar la medicina en España fue subrayada ayer por el urólogo catalán doctor Antoni Puigvert. En unas declaraciones realizadas, tras un reciente viaje a Arabia Saudí, el doctor Puigvert, de 79 años de edad, afirmó que el Estado moderno tiene dos obligaciones ineludibles: educar a los niños, para que se conviertan en ciudadanos, y conservar a todos la salud, sin distinción de clases sociales.Antoni Puigvert, que además es diputado del Parlamento de Cataluña por Esquerra Republicana, confesó haber quedado impresionado por la organización sanitaria saudí: "En ningún hotel de Europa o América he visto tanto lujo", dijo, "como en los hospitales de Arabia Saudí. Además, basta que un ciudadano cualquiera llegue al hospital diciendo que se encuentra enfermo para que se le visite gratuitamente, o, si es necesario, sea internado y operado, también gratuitamente".

Considera el doctor Puigvert que en España debería lograrse la socialización de la medicina apoyada en el médico de cabecera, que ha sido relegado por la medicina hospitalaria de corte norteamericano. "Ahora, los médicos, en vez de visitar al enfermo, visitan las radiografías y los datos que le suministran los aparatos", ironizó el ilustre especialista, sorprendiéndose de que "se cometan tan pocos errores".

En su opinión, cada médico de cabecera debería tener unas 100 cartillas familiares, y el paciente debería pagar una cantidad simbólica por la visita: "Así se evitaría que molesten al médico por nada". Opina el urólogo que el paciente debe tener el derecho de escoger al médico, así como el médico el de rehusar a un determinado paciente, "porque la relación médico-enfermo es personal, de confianza mutua, que no se puede degradar a una relación de administrador-administrado o de burócrata-público de ventanilla".

En el plan trazado por Antoni Puigvert, las consultas tendrían que realizarse en el domicilio del doctor. La Seguridad Social debería sufragar el 40% del alquiler correspondiente al consultorio, enviando mensualmente una inspección a comprobar el estado de las instalaciones".