_
_
_
_

Ensayo piloto en la URSS para vincular salarios y productividad

El primero de enero, primer día laborable de 1984, comenzó a ponerse en práctica en la URSS la serie de experimentos económicos decretados a mediados del pasado año. Cinco diferentes ministerios de la Unión Soviética -dos en la república rusa y el resto en otras tres repúblicas periféricas- iniciaron la experiencia piloto con la que se estudiarán los efectos que puede tener sobre la economía de este país la introducción de incentivos y penalizaciones salariales, así como una tímida autonomía en la gestión de las empresas.De tener éxito, el resto de las empresas de la URSS irían introduciendo estas mismas mejoras. Observadores occidentales en Moscú ponen en duda el éxito de la operación, ya que los cinco ministerios en los que han comenzado a aplicarse son, precisamente, de los que mejor funcionan (en el sistema soviético, los ministerios controlan cada una de las ramas de la economía y son muy numerosos: a nivel del Estado de la URSS existen unas ocho decenas de departamentos y el mismo esquema se repite en cada una de las 15 repúblicas).

La novedad del experimento consiste en hacer depender los salarios de la productividad. En el futuro, los trabajadores de las empresas que participan en la prueba verán aumentar la masa salarial en un 15% si alcanzan el cumplimiento del plan. En caso contrario, verán disminuir sus ingresos en un 3% por cada tanto por ciento que les faltara hasta cumplir con las normas que les hubieran sido dictadas.

El diario Sotsialitscicheskaya Industria publicaba una entrevista con el viceministro del departamento para la construcción de maquinaria pesada, Boris Kulik, en el que se ofrecían detalles sobre la experiencia, que afecta tan sólo a industrias electrotécnicas y de maquinaria pesada. Kulik obviaba cualquier referencia a la parte del experimento que afecta a la gestión. Pero, por lo que se sabe, la novedad consistiría en dar cierta autonomía a los gerentes para que decidan cómo repartir sus inversiones, sin que éstas vengan dictadas, casi al detalle, por los órganos del partido comunista. No obstante, el partido será siempre -incluso en las empresas dependientes de los cinco ministerios- el que diga la última palabra.

El ministro Boris Kulik afirmaba que, al incrementarse los estímulos económicos, la economía soviética podría predisponer el uso de su mano de obra. Precisamente, estudiosos occidentales de la economía soviética vienen insistiendo desde hace décadas en que uno de los males de ésta coincide, precisamente, con la escasa optimización de la mano de obra.

A mediados del año pasado, el Soviet Supremo (Parlamento) dictó unas nuevas leyes laborales que, a la vez que incrementaban la participación de los trabajadores en la gestión, introducían nuevas normas de disciplina que podían llegar hasta el despido. Sin embargo, posteriores declaraciones de dirigentes económicos de la URSS aclararon que los eventuales despedidos serían simplemente trasladados a otras empresas, salvándose así el dogma del pleno empleo que rige en este país.

Desde su llegada al poder, el líder soviético, Yuri Andropov, se ha mostrado tremendamente crítico sobre el funcionamiento de la economía de la URSS. Al principio de la pasada semana -en el comunicado que remitió al pleno del comité central del partido-, Andropov insistió de nuevo en sus críticas. Sin embargo, observadores occidentales creen que las reformas económicas de la URSS van con paso lento.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_