El Gobierno israelí pospone su decisión sobre los asentamientos en los territorios ocupados

La propuesta del ministro israelí de Finanzas, Igal Cohen-Orgad, de congelar los asentamientos judíos en los territorios árabes ocupados, como parte de un proyecto de saneamiento económico, no solamente no fue aprobada ayer por el Consejo de Ministros, sino que ni siquiera fue discutida. El Gobierno de Isaac Shamir se limitó a aprobar "los principios" de una política de reducción del presupuestó, sin entrar en más detalles.Para el próximo domingo ha sido convocada una nueva reunión ministerial en la que pueden ser tratados -aunque no se ha asegurado oficialmente- los recortes presupuestarios necesarios, entre ellos el que afecta al tema tabú: los asentamientos.

Después de haber hablado públicamente el pasado miércoles de la necesidad "absoluta y urgente" de reducir los gastos públicos en 1.000 millones de dólares en 1984, el ministro de Finanzas dio marcha atrás un día después y propuso reducir el presupuesto de defensa "al menos un 5%", del 8% que él había sugerido anteriormente. A la propuesta de congelar la colonización judía en Cisjordania y Gaza, el ministro ha añadido ahora que esto se haría sólo de forma "provisional" y que, en cualquier caso, se trataría de "re visar" en algunos puntos la política de asentamientos.

Cohen-Orgad ha sido fuertemente presionado para moderar sus pretensiones por el ultraconservador y expansionista partido Tehiya (cuyos tres diputados amenazaron con abandonar la coalición gubernamental) y por su propio partido, el Heruth.

El ministro de Defensa, Moshe Arens, amigo personal de Cohen-Orgad, manifestó ayer su rechazo a aceptar cortes "exagerados e incompatibles con las necesidades de la defensa".

El debate sobre el plan económico se prolongará con seguridad varios días, incluso varias semanas más, y puede provocar la dimisión del propio ministro de Finanzas si su proyecto es radicalmente rechazado.