No más 'balones fuera'
La decisión de Xavier Vinader de recurrir a los organismos internacionales protectores de los. derechos humanos, tras agotar las vías jurídicas españolas, pone en evidencia la incapacidad del Gobierno para dar solución a un problema que, sin merma del respeto a la legalidad vigente, está en sus manos resolver en beneficio del ejercicio de la profesión periodística y del derecho ciudadano a recibir información veraz.El caso Vinader ha sido para el Gobierno socialista una oportunidad permanente de echar balones fuera y de endosar responsabilidades a los demás, mientras el Ejecutivo se mantenía indeciso y expectante: no aceptaba la rocambolesca relación de causalidad entre la publicación de un nombre propio y la suerte ulterior del mencionado, pero tampoco afrontaba los riesgos de un indulto reparador.
Primero se dijo que existía una iniciativa parlamentaria, a la que se dejó morir de muerte natural. Después se argumentó que debía dejarse hablar a la Justicia. Más tarde, que correspondía al Tribunal Constitucional restablecer la posible inconstitucionalidad de las sentencias recurridas. Mientras tanto, la fiscalía, dependiente del Ejecutivo, se opuso siempre a los planteamientos del recurrente. Ahora, el Gobierno parece querer autolimitarse por el informe no vinculante que sobre el posible indulto emita el tribunal sentenciador. ¿Renuncia el Gobierno a asumir su responsabilidad en relación con este indulto?
