No le recibieron

El día 20 de diciembre de 1983 pedí personalmente una entrevista con el director provincial de Trabajo de Madrid para resolver una nueva cuestión planteada por una resolución dictada por el referente al expediente de regulación de empleo de la empresa conocida como Metal-Mazda.Después de diversas gestiones se me comunicó que me recibiría una funcionaria del departamento de Regulación de Empleo, para lo cual se me hizo pasar a una sala en la queestuve sentado aproximadamente una hora y media, para finalmente decirme que no me recibiría nadie.

Los trabajadores afectados por el expediente, en número de unos 20, al ver que ni siquiera era recibido su letrado, tuvieron que ser desalojados por la fuerza.

Las razones por las cuales este señor se negó a recibirme no me han sido explicadas. Sólo sé que en mi vida de profesional nunca se me ha tratado de forma tan incorrecta, mandándome a despachos en los que no había nadie, porque el funcionario estaba reunido con el director.

Tengo que manifestarle que todos los hechos violentos acaecidos ese día han sido consecuencia de la actitud del director provincial de Trabajo.

Al intentar resolver la situación ante el director provincial, que por supuesto se negó en rotundo a hablar conmigo, un funcionario cuyo nombre desconozco, en actitud de otras épocas, echó en cara mi actitud de forma violenta, ante lo cual tuve que defenderme. El citado energúmeno no presenció ninguno de los hechos que transcurrieron en la citada mañana.

He reflexionado profundamente sobre unas actitudes que entendía habían desaparecido, y si me preocupa que este país esté más cerca de Calderón de la Barca que de Quevedo, más me preocuparía que Franco levantase la cabeza y sonriese al ver que, aunque sectorialmente, tiene dignos sucesores. /

Abogado.