Don Juan Carlos pide a los españoles que dejen el pesimismo y confíen en las instituciones democráticas y en los partidos

El Rey hizo en Nochebuena un llamamiento a los ciudadanos, en el tradicional mensaje navideño, emitido a las nueve de la noche por radio y televisión, para que se aparten de lo que calificó como "esa tentación tan española del pesimismo" y resistan a cualquier impresión de desánimo confiando en la democracia, en las instituciones y en los partidos políticos". Don Juan Carlos pidió también a los españoles que durante 1984 "nos consagremos a conseguir incrementar nuestra confianza, profundizar nuestra democracia y afianzar nuestro progreso en la paz y en la libertad".

El tema de la unidad y del bien de la nación, la resolución de las diferencias mediante el diálogo y el no a la violencia fueron también objeto de la reflexión en las palabras del Rey, pronunciadas desde una de las salas de estar del palacio de la Zarzuela, sentado junto a la chimenea. Para el jefe del Estado, los españoles deben distinguir el bien y el mal de lo que suceda en el país, con alegría ante las ventajas y lamentando los males, "pero lo que no resulta admisible, ni eficaz, ni patriótico, es dar la sensación de que nos congratulamos de las desgracias que a España perjudican, por el hecho de que ocurran bajo el mandato político de aquellos con cuyas ideas no se coincide en un momento dado".En esta referencia a la oposición constructiva, el Rey dijo que "la alternativa. de poder realizada hace un año ha reforzado nuestra experiencia democrática y la capacidad de diálogo". También tuvo palabras para que el Gobierno no olvide que la democracia es "una cura del excesivo orgullo y de la seguridad absoluta en la permanencia en el poder".

"Ese poder hay que intentar conservarlo, ganárselo día a día ante el pueblo que lo otorga, y es preciso esforzarse en hacer méritos para conseguirlo lícitamente, pensando siempre en que hay otros sectores que aspiran también con legitimidad a que sus acciones meritorias y sus aciertos sean reconocidos por el pueblo para concederles su confianza", afirmó el monarca.

Don Juan Carlos recordó en su mensaje que junto a las alternativas de los partidos políticos hay una serie de cuestiones básicas sobre las que tiene que producirse una coincidencia entre los españoles. En este sentido señaló que en el año que termina ha existido bastante la solidaridad nacional que él solicitaba en su mensaje navideño del año pasado. En concreto, el Rey se refirió al comportamiento solidario de la nación en circunstancias dramáticas como fueron las inundaciones en el Norte.

Un recuerdo a las víctimas de las tragedias

Sin referirse directamente a los problemas autonómicos, pero con el rechazo a la violencia en el País Vasco, el Rey volvió a pedir un año más que "no nos arrojemos unos a otros nuestra historia". Más bien, añadió, "aprendamos de ella lo que es la clave del avance de los pueblos: acertar a articular la diversidad, la espontaneidad social y la eficacia política, para alcanzar los fines y resolver los problemas comunes de un modo beneficioso para todos, respetando siempre el área propia del otro, con un espíritu de conciliación y no de conflicto".

Otra de las claves de la convivencia democrática nacional reside en el funcionamiento correcto y en el respeto que todos debemos tener por las decisiones de las instituciones, dijo el jefe del Estado, quien añadió: "Un pueblo en marcha necesita instituciones libres, responsables, abiertas, al servicio de la gran política que exige nuestra hora y que hemos de ofrendar a España".

El Rey terminó sus palabras con un recuerdo especial a los emigrantes, a las familias de los que cayeron víctimas "del terrorismo inútil y cruel", a los que experimentaron el dolor causado por las tragedias "que últimamente nos han llenado de amargura" y a las Fuerzas Armadas y de Seguridad .que velan por nuestra paz".