El acorazado 'New Jersey'
En su número del 15 de diciembre aparece una crónica de su corresponsal en Beirut que dedica una atención especial a la acción del acorazado norteamericano New Jersey; en ella, aparte de calificarlo de viejo, cosa indudable, puesto que fue construido hace más de 40 años, se contienen errores de bulto.Comenzando por el más grueso, se afirma que su desplazamiento es el doble del gran acorazado alemán Bismarck, hundido durante la segunda guerra mundial. Tanto este buque como su gemelo, el Tirpitz, construido poco antes que el New Jersey, tenían un desplazamiento estándar de 41.700 tm., y a plena carga, de 50.955, ambos muy próximos a los del New Jersey, que eran, respectivamente, 45.000 Tm. y 56.000 Tm.; gemelos del norteamericano eran otros tres acorazados de la serie Iowa. Y muy próximos, pero ya inferiores claramente en armamento y dotación, se encontraban los de la serie Vittorio Veneto, italianos, y los de la clase King George V, británicos, uno de los cu.ales fue precisamente el que rematé, al Bismarck.
Pero no es eso sólo; ni siquiera entonces podía decirse que el New Jersey fuera el buque "más poderoso del mundo", pues hasta 1945 existieron los colosos japoneses Yamato y Musashi, con desplazamientos de más de 72.000 toneladas y cañones de 460 mm., en tanto que los del buque americano eran de 406 mm. Es decir, hasta 1945 hubo uno sóIo, ya que el Yamato fue hundido en la mayor batalla naval de la historia de la humanidad, la del golfo de Leyte, en la que se enfrentaron 244 buques de guerra, con un desplazamiento superior a los dos millones de toneladas, de las que solamente un tercio correspondía a Japón. En esta batalla le cupo al New Jersey el honor de enarbolar el estandarte del comandante de la flota estadounidense, el almirante Halsey; la batalla duró tres dís, entre el 23 y el 25 de octubre de 1944, y cuando concluyó estaba ya claro que los buques más poderosos del mundo no eran los acorazados, sino los portaviones, que fueron quienes, la decidieron.
Otra gran batalla en que el New Jersey desempeñó una parte importante fue la del mar de Filipinas, unos meses antes, pero en esa ocasión el comandante americano de la 58ª Task Force, el vicealmirante Mitscher, llevaba izada su enseña en el portaviones Lexington, recién construido.
Ni siquiera en la actualidad puede decirse que el New Jersey es el más poderoso del mundo; sin hablar de la Marina soviética -en gran parte desconocida-, existen los gigantescos portaviones estadounidenses de casi 100.000 toneladas, unos atómicos y otros convencionales, con un poder de destrucción incomparable, por medio de sus aviones, y en cuanto a tamaño, son casi el doble del New Jersey; éste es un gran buque, pero quien se ha acercado en una pequeña motora a la escalerilla de subida a uno de los enormes carriers experimenta una impresión que no olvida nunca. Antes de su próxima incursión en temas navales, le recomiendo a su corresponsal en Beirut esa visita.
Finalmente, aclarar que la última vez que el New Jersey actuó como tal acorazado fue en la segunda guerra mundial; su remozamiento más importante tuvo lugar durante la guerra de Vietnam (ahora ha habido otra, pero de menor categoría), pero se le mantuvo operacional no en las tres misiones clásicas de un acorazado, sino solamente en una de ellas: como plataforma móvil para la artillería, que es exactamente para lo que está sirviendo en Líbano. /
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