El electorado japonés, inflige un severo castigo al partido en el poder, que pierde la mayoría absoluta en el Parlamento

El electorado japonés ha infligido un severo castigo) al Partido Liberal Democrático (PLD) en las elecciones de¡ domingo 18 para la Cámara baja de la Dieta (Parlamento). El escrutinio final arroja para el PLD 250 escaños, 36 menos que en 1980. De hecho, supone la pérdida de la mayoría parlamentaria, para la que le faltan técnicamente seis escaños de los 256 necesarios, aunque en realidad el PLD disfrutará de 258, al contar con los votos de ocho de los 16 diputados elegidos como independientes.

Todos los pronósticos han quedado triturados por el cómputo de los votos, cuya suma parece muy influida por el asunto Tanaka, el antiguo primer ministro y líder re afirmado de la facción más numerosa e influyente del PLD, condenado en octubre por aceptar un soborno de dos millones de dólares de la empresa norteamericana Lockheed. Pero el electorado del distrito de Niigata no ha sido permeable a estas influencias escandalosas y se ha comportado cerrando filas fanáticamente en torno a su idolatrado cac¡que. El conocido escritor Akiyuki Nosaka, que renunció a su escaño en el Senado para enfrentarse al imbatible y dar así testimonio de coraje moral, ha declarado, tras su estrepitosa derrota, que se encuentra satisfecho de la campaña y ha asegurado que la era Tanaka toca a su fin. En todo caso, el país de la microelectrónica, el más avanzado del mundo en informática y en ordenadores, no fue capaz, la noche electoral, de ofrecer un avance de resultados como el adelantado con precisión memorable por Alfonso Guerra el 28 de octubre en el hotel Palace de Madrid. Aquí ha sido necesario esperar hasta las primeras horas de la tarde del día siguiente para tener resultados fiables de la totalidad de los distritos.

Con el peculiar sentido de la responsabilidad que distingue a ciertos políticos, incluso en las situaciones más difíciles, Nakasone se ha apresurado a expresar por televisión su determinación de mantener las riendas del Gobierno. Según sus manifestaciones, para él lo natural es continuar como presidente del PLD y como primer ministro al frente de la nación. Ha reconocido que las elecciones representan una severa crítica del pueblo, a la que permanecerá muy atento. Nakasone ha concluido que se enfrentará a tods estas cuestiones restableciendo la unidad dentro del PLD y consultando con los otros partidos de la Dieta.

La suerte final de Nakasone está en manos de su propio partido, dentro del cual todavía no es previsible saber con exactitud cuáles serán los efectos de la derrota relativa que acaba de sufrir. Sí parece, sin embargo, establecido que el ex primer ministro Kakuei Tanaka continuará respaldando la continuidad de: Nakasone. Los primeros análisis resaltan la derrota electoral de algunos miembros del Gabinete de Nakasone, como el ministro de Educación, Mitsuo Setoyama, el de Trabajo, Akira Ono, y el de la Agencia Nacional de Defensa, Enji Kubota.

En cuanto a los partidos de la oposición, el primero, el socialista, ha mejorado de 101 escaños a 112; el budista Komeito salta de 34 a 58, y el socialdemócrata, de 31 a 38. Los cuatro independientes restantes -aparte de los ocho que se han pasado a las filas liberales- se han repartido entre estas tres formaciones y los comunistas.

Tanaka se fortalece a costa de debilitar al Partido Liberal Democrático. Su facción queda fuertemente arraigada en un sector del electorado, pero a lo largo del país es patente un rechazo a las trapacerías caciquiles de Tanaka. El intento por construir una alternativa de gobierno se apresura y el viaje que los socialistas japoneses tienen concertado para el año próximo a Washington presenta todo el aire de ser un primer paso para superar los malentendidos, sobre todo en torno a las cuestiones defensivas. Los socialistas propugnan la "neutralidad desarmada".