Las muñecas 'individualizadas', locura navideña en EEUU
Son fechas y blandas, más parecidas a la tradicional pepona que a una de esas muñecas modernas que andan, hacen pis, mueven los labios y saben sumar. Las cabbage patch dolls -que, traducido literalmente, viene a significar "muñecas; del campo de coles"- no llevan pilas ni se mueven de donde uno las deja. No hacen nada. Pero, aun así, se han convertido estas Navidades en el juguete con el que sueñan todos los niños estadounidenses.
Para conseguirlas se hace todo. Multitudes de madres de familia, acompañadas de sus crías, han arrasado tiendas por todo Estados Unidos. En varias ocasiones, la policía ha tenido que montar guardia en algunos establecimientos sobre los que había corrido la voz de que aún tenían algunos ejemplares de las famosas muñecas. 17amilias enteras se turnaban a las puertas de las jugueterías; esperando ser los primeros cuando abrieran. Literalmente, las cabbage patch dolls han vuelto loco al país.A primera vista, nada especial e desprende de estos juguetes. Sus facciones, algo extrañas, algo caricaturescas, parecen las de un recién nacido. Tal vez sea éste su atractivo, pues cada una de las muñecas va acompañada por un certifficado de nacimiento), unos impresos de adopción que: incluyen todas las formalidades.
El ombligo, las manitas y los dedos de los pies parecen reales, y cada muñeca es distinta de la otra. Una computadora ha hecho los diseños de forma que cada muñeca tenga facciones originales; se ha individualizado el juguete.
Cada niño sabe que su muñeca es única y diferente a todas las demás. Esto, unido a los papeles de adopción y al certificado de nacimiento, es lo que ha creado la fiebre de este juguete, el atractivo de o único y personalizado.
El padre de la criatura es Xavier Roberts, un georgiano de 28 años que, en 1978, con el dinero de algunos amigos, montó el denominado Babyland General Hospital, una pequeña fábrica de artesanía que groducía estas muñecas y las daba en adopción a los niños.
Producción por computadora
Durante los primeros años, las muñecas se vendían muy caras, cada una de ellas se hacía artesanalmente y sus precios oscilaban entre los 150 y los 1.000,dólares. A pesar de esto, Roberts vendió 25.000 muñecas desde su pequeña Factoría. Pero el año pasado, una de las mayores fábricas de juguetes del mundo, Coleco, le compró la patente y diseñó este sistema de producción por computadora, que falsifica la condición de pieza única de la artesanía.La gran multinacional esperaba buenas ventas, pero no Imaginaba la locura que iban a desatar las cabbage patch dolls. Los dos millones y medio de muñecas que se habían previsto para la campaña navideña desaparecieron durante la primera semana.
En estos momentos, la compañía ha puesto en funcionamiento varias plantas de fabricación de cabbage patch dolIs en Taiwán, Corea y Hong Kong, y una especie de puente aéreo está introduciendo en el país un indeterminado número de muñecas, que vienen a sumarse a las 200.000 que la compañía produce semanalmente en Estados Unidos.
Los niños siguen pidiendolas, y, recientemente, los periódicos de Los Ángeles informaban del caso de una mujer que resultó con una pierna rota al ser arrasada por una cola de mamás y niños que intentaban hacerse con su muñeca del campo de coles. La fiebre compradora es tal que la policía tiene que hacer guardia delante de las jugueterías para prevenir posibles incidentes.
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