Política y deporte

En la primera página de EL PAIS Deportes, del 5 de diciembre, aparece una información en recuadro titulada Democracias orgánicas, en la que se hace una directa alusión a mi persona y se afirman cosas que no se atienen a la realidad, motivo por el que me permito aclararle determinados extremos.En primer lugar, quiero dejar muy claro que asumo plenamente mi pasado, por no tener nada de qué avergonzarme, significándole que no sólo ostenté la lugartenencia de la Guardia de Franco y la Delegación Nacional de Acción Política y Participación, sino que también ocupé otros muchos cargos.

En segundo, lugar, quiero aclarar que yo no me opongo a nada, limitándome únicamente a salvaguardar los vigentes estatutos de la Federación Española de Motociclismo, que me honro en presidir desde 1967.

En tercer lugar, quisiera aclarar que los delegados que se mencionan tienen un carácter puramente técnico-administrativo, tal y como determina el artículo cuarto de los estatutos de la RFME y los artículos uno al tres del Reglamento de Régimen Interior, por lo que no forman parte de la asamblea general motociclista.

Y, finalmente, lamentar que se pretenda confundir a la opinión pública mezclando cuestiones políticas con las deportivas, pudiendo demostrar que personalmente siempre he sabido separar -en mis más de 30 años de actuación como dirigente deportivo- ambas cuestiones. /

Presidente de la Real Federación Motociclista Española.