Los ministros de Exteriores estudian pronunciarse a favor del desarme

Los 16 ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN iniciaron ayer la reunión semestral del Consejo Atlántico con la preparación de un documento que cerrará sus trabajos hoy y en el que se recogerá el deseo generalizado de proseguir la distensión con los países del Este europeo. La declaración parte de la situación a la que se ha llegado a finales de -este año, al interrumpirse el diálogo Este-Oeste por el tema de los euromisiles, y trata de expresar las intenciones occidentales de que nada debe ser irreversible y que la distensión política debe seguir, al igual que el equilibrio militar.La llamada declaración de Bruselas, una iniciativa alemana occidental, estaba recibiendo a última hora de ayer algunos retoques para conseguir que pueda ser aceptada por el conjunto de las 16 naciones miembros de la organización.

Sin embargo, las reservas de los Gobiernos de Grecia, Dinamarca y España, por una u otra razón, al tema de los euromisiles, así como la presión norteamericana y de otros aliados para que se mantenga el apoyo a la doble decisión en su conjunto, hacen difícil que el texto original alemán occidental pueda ser aceptado por todos.

Aun en el caso de dulcificarse, la aceptación por parte española estaba anoche en el aire, porque supondría, por primera vez desde la congelación impuesta por el Gobierno de Felipe González, adherirse a un documento de la Alianza Atlántica.

Nuevo secretario general

Los ministros de Asuntos Exteriores trabajaron también ayer sobre el comunicado final de la sesión del Consejo Atlántico, que, junto al nombramiento del nuevo secretario general, lord Carrington, se darán a conocer a mediodía de hoy.

En medios de la Alianza se cree que, aunque se anuncie el nombramiento del británico, el actual secretario general, Joseph Luns, no dejará su puesto hasta la próxima reunión semestral del Consejo Atlántico, en junio de 1984.

El comunicado que preparan los ministros de Asuntos Exteriores contendrá las habituales referencias a la solidaridad y cohesión de la Alianza y al deseo de mantener el poderío militar convencional como una de las principales armas de la disuasión, y de que pueda subir el techo de un posible recurso a las armas nucleares en caso de enfrentamiento Este-Oeste.

Otros temas, como la lucha contra el terrorismo y el mantener la situación actual de Berlín, serán incluidos también, probablemente, en el comunicado final.