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Problemas de abastecimiento en numerosas gasolineras por huelga en la empresa encargada del suministro

Al menos unas 50 gasolineras situadas en la zona sur de Madrid, capital y en el sur de la provincia se encuentran desabastecidas desde el pasado viernes, día en que comenzó la quinta fase de la huelga mantenida por los trabajadores de Transportes de Productos Energéticos (Tepesa), la empresa concesionaria del suministro. La huelga, que tiene carácter indefinido, ha originado ya diversos incidentes entre los empleados de las estaciones de servicio y los usuarios. Campsa comenzó ayer a utilizar sus propios camiones-cisterna para paliar los efectos del desabastecimiento.

La huelga seguida por la práctica totalidad de los trabajadores de Tepesa, unas 150 personas, de las que la gran mayoría son conductores y acompañantes de los camiones de reparto, comenzó el pasado viernes, y es la quinta fase de una serie de paros intermitentes que se vienen sucediendo desde hace algo más de seis meses. La falta de reposición de combustible afecta fundamentalmente a las gasolinas de 90 y 98 octanos, conocidas popularmente como normal y extra, y al gasóleo B, utilizado en los vehículos del trabajo agrícola.En las cuatro fases anteriores de la huelga, el desabastecimiento no llegó a producirse debido a las medidas adoptadas por Campsa, que ejerció la acción sustitutoria con prontitud. En esta ocasión, sin embargo, Campsa ha reaccionado con mayor lentitud. En la madurgada de ayer, camiones-cisterna de Campsa procedentes de Valladolid, Burgos y Alicante llegaron con su carga completa a Madrid.

Durante el primer día de huelga se registraron incidentes menores en varias estaciones de servicio con usuarios, que sospecharon que la falta de combustible podía deberse a la acumulación de existencias para ser vendidas ya con la subida de precios en vigor. En Chinchón, una localidad agrícola situada a unos sesenta kilómetros de la capital, los conductores de varios tractores discutieron violentamente con los empleados de una gasolinera y les exigieron, ante la falta de gasóleo B, que les suministraran gasóleo de locomoción, más caro que el anterior, al precio de éste.

El lunes, la gasolinera situada en la madrileña calle de Goya tenía sus. depósitos subterráneros casi totalmente vacíos, cuando varias ambulancias de la Seguridad Social se situaron a la altura de los surtidores con la intención de repostar. La gasolinera citada, propiedad de Rafael Arellano, miembro de la junta directiva de la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio, tiene suscrito un contrato para surtir de combustible a las ambulancias oficiales y vehículos de Correos, entre otros organismos. La falta de combustible podía llegar a crear situaciones de peligro, por lo que se dio aviso inmediatamente, a Campsa, quien, pocas horas después, envió un camión cisterna con 45.000 litros de gasolina de 96 octanos.

La Asociación Provincial de Estaciones de Servicio envió en la mañana de ayer telegramas a todos sus asociados recabando datos sobre las gasolineras con problemas de abastecimiento. A primeras horas de la tarde de ayer eran 44 las estaciones que contestaron en ese sentido, la mayoría situadas en la zona sur de Madrid capital y provincia donde se encuentran localidades como Leganés, Móstoles, Alcorcón, Parla, Fuenlabrada, Griñón, entre otras.

En la capital, los barrios afectados son los de Carabanchel Alto, Villaverde, Vallecas, la zona de la plaza Elíptica y algunas estaciones repartidas por el centro de la ciudad, como las de las calles de Goya, Alberto Aguilera, Doctor Esquerdo, principio de la carretera de Valencia, etcétera. El abastecimiento de gasolina de 96 octanos, la más común mente utilizada por los conduc tores, está prácticamente asegurado, según fuentes de Campsa, aunque se ha detectado su falta esporádica en algunos puntos.

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El gobernador civil de Madrid, José María Rodríguez Colorado, firmó el mismo viernes un decreto estableciendo los servicios mínimos que deben ser mantenidos por los huelguistas. Dichos servicios mínimos se han fijado en el 40% de los transportes habituales y, con carácter excepcional, la obligatoriedad de asegurar el suministro de gasóleo B en las zonas rurales que lo necesiten para realizar las faenas agrícolas.

Concesionaria conflictiva

Transportes de Productos Energéticos, SA, (Tepesa), concesionaria del suministro, domiciliada en el número 21 de la calle de San Norberto, en Villaverde, se ha revelado desde que accedió a la concesión, hace dos años, como una empresa conflictiva. Tepesa tuvo que subrogarse en las obligaciones y personal de Transóleo, la empresa beneficiaria de la concesión hasta entonces. Sin embargo, según fuentes de la UGT de Transportes, que presta su asesoramiento técnico a los huelguistas, Tepesa no llegó a poner en marcha todas las disposiciones del convenio colectivo, relativas al incremento de salario, pago de horas extras y otros aspectos de índole laboral. Las presiones de la empresa forzaron a abandonar su trabajo a más de 30 empleados.También Rafael Arellano, directivo de la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio, declaró ayer que desde que la concesión recayó en la empresa citada los problemas de abastecimiento se han multiplicado. Arellano añadió que el lunes fue el día en que la falta de suministro se dejó sentir con mayor intensidad, y que la Asociación ha solicitado formalmente a Ángel Sánchez de Vera, delegado en funciones del Gobierno en Campsa, su intervención en el asunto. Este periódico no pudo hablar ayer con los responsables de la empresa, que alegaron falta de tiempo para hacer declaraciones.

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