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Iriarte gana un juicio al Mallorca en la Magistratura de Palma

La Magistratura de Trabajo número 2 de Baleares ha dictado sentencia contra el Real Mallorca, por la que el club deberá abonar a Juan José Iriarte, ex jugador del Mallorca, la cantidad de 500.000 pesetas como parte de su contrato de la temporada 1981-82. Fuentes jurídicas de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) han indicado a EL PAÍS que esta sentencia "es un precedente muy importante, ya que en las divisiones inferiores -fundamentalmente Segunda B y Tercera- los acuerdos entre clubes y jugadores se formalizan verbalmente". Iriarte se fío de la palabra de Contestí y no especificó esa cantidad en su último contrato.La historia empieza en la pretemporada 79-80, cuando Iriarte, ahora jugador del Manacor y presidente de la AFE, deja el Sabadell para fichar por el Mallorca. Antes, y debido a una prohibición de la federación española que impide al Mallorca contratar jugadores profesionales, Iriarte se ve en la necesidad de recalificarse como jugador amateur. El acuerdo es de 800.000 pesetas -pagaderas en 10 mensualidades- y 100.000 pesetas de premio por el ascenso de Tercera a Segunda B. Iriarte y Contestí firman y el club cumple rigurosamente.

Iriarte, que tras dejar el Sabadell exige firmar por un año y contar a continuación con la carta de libertad, llega a un nuevo acuerdo en la pretemporada 80-81 para prorrogar, su contrato con Contestí, una vez logrado el ascenso a Segunda B. El Mallorca intenta no superar un tope preestablecido con los jugadores de casa -en aquella ocasión 1,2 millones de pesetas-, aunque luego fichara jugadores de fuera a los que se les pagaba más. Iriarte encuentra una fórmula, que acepta Contestí, para ganar más. Pacta 1,2 millones de pesetas de contrato, 200.000 pesetas de premio si se asciende y 300.000 si el club tiene superávit a final de temporada. Todo queda escrito en el contrato, Contestí cumple lo pactado y el Mallorca sube a Segunda A.

Los problemas surgen en la siguiente temporada 81-82. Iriarte utiliza la misma táctica. Pacta 2,5 millones de pesetas de contrato, 300.000 si se asciende y 500.000 pesetas si hay superávit. Contestí aceptó la formula, pero meses despues negó que hubiera pactado con el defensa central la última cantidad. "Confié demasiado en él y fuí tan tonto que esas 500.000 pesetas no las especifiqué en el contrato", comentó ayer el jugador.

La caída de Antonio Oviedo y la llegada de Lucien Muller marcan el inicio del calvario de Iriarte, que empieza a entrar y salir del equipo sin explicación alguna. El jugador declara en El Día que está siendo víctima de "una campaña orquestada" y, a continuación, llama "falso" a Contestí, en una reunión privada en la que el presidente empieza a negar haber pactado la entrega de 500.000 pesetas si hay superávit. Todo eso hace que el Mallorca suspenda de empleo y sueldo al jugador por espacio de 75 días -30 por sus declaraciones y 45 por llamar "falso" al presidente- Iriarte recurre a Magistratura, que rebaja el castigo a 30 días, pese a que Contestí presenta como testigos de la conversación -"estábamos en la habitación de al lado", dijeron en Magistratura al vicepresidente, Buades Costa, y al gerente, Antonio Caldentey.

Iriarte vuelve entonces a Magistratura para intentar cobrar las 500.000 pesetas. Contestí reconoce que "había un pacto pero no por motivos económicos, sino como premio en caso de que 'todo fuese bien" y, entonces, esgrime la sanción a Iriarte como prueba de que no ha ido bien. Iriarte asegura que había un pacto verbal entre caballeros y demuestra, con el contrato anterior, que existe una cifra supeditada al superávit. El Mallorca reconoció que había habido superávit de 36.000 pesetas. El juez sentencia el caso a favor del jugador por tres causas fundamentales: 1) porque el club no puede apoyarse en una sanción, pasada y cumplida por el jugador, para no pagar un nuevo compromiso; 2) porque la frase "si todo va bien", no puede dejarse -según consta en el artículo 1.256 del Codigo Civil- a criterio de una de las dos partes; y 3) porque el contrato anterior especificaba que si había superávit debía abonarse esa cantidad.

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