Reconvertir y reindustrializar

Un billón de pesetas costará la reconversión industrial. La magnitud de la cifra ejemplifica la importancia del desafío económico que se plantean este país y este Gobierno a partir del decreto-ley de reconversión y reindustrialización que acaba de publicar el BOE. En buena medida, el futuro industrial español a corto y medio plazo y, consecuentemente, el próximo rumbo de nuestra economía- dependerá del éxito o del fracaso de esta política que ahora se acomete. Una política que, en resumidas cuentas, pretende echar el cerrojo o reducir drásticamente la dimensión de algunos de los sectores industriales más duramente castigados por la crisis y con menores perspectivas de futuro, y, al tiempo, potenciar otros sectores más capaces de dar respuesta a la competitividad exterior y al reto tecnológico que la economía de este último tramo del siglo XX demandan.Porque resultaría definitivamente absurdo y dilapidador emplear un volumen tan importante de recursos públicos y, en menor medida, privados en una tarea de sanear, por la vía de la liquidación y la reducción de tamaño, los sectores en crisis, y no emplear parecidos esfuerzos en apoyar y potenciar a aquellos otros sectores -electrónico, informático, agroalimentario, de ingeniería biológica, etcétera- que más claramente presentan posibilidades de un rápido crecimiento. ( ... )

, 4 de diciembre