Agricultura y Obras Públicas, las dos labores más calladas

La fijación de los precios agrarios, rompiendo la costumbre de años anteriores de pactos negociados con las organizaciones profesionales del sector (en 1983 no ha habido acuerdo en algunos productos); la reducción de excedentes para liberar recursos financieros hacia actividades productivas y la elaboración de un plan agrario a medio plazo que actúa selectivamente sobre las diferentes producciones, son las actuaciones más importantes llevadas a cabo este año por el Ministerio de Agricultura.El ministro, Carlos Romero, uno de los que menos imagen pública posee, tiene sin embargo bastante fuerza dentro del Gabinete. ]De él se afirma que consigue casi todo lo que pide dentro de los consejos de ministros.

Un millón de viviendas

La elaboración de un Plan Cuatrienal (1984-87), que permitirá la construcción de un millón de viviendas, y el Avance del Plan General de Carreteras, que prevé una inversión de 736.000 millones de pesetas, -previo parón del plan de autopistas- han sido las dos realizaciones más sobresalientes del primer año de gestión socialista en el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU).Con Julián Campo ocurre algo similar a Romero. Es un ministro poco conocido, pero en el partido y en el Gobierno destacan su gran eficacia. Campo afirmó, nada más tomar posesión, que no pretendía inventar nada, sino llevar a cabo una enorme cantidad de obras inconclusas. Y así está actuando. Las actuaciones del MOPU, sin embargo, han de juzgarse a medio y largo plazo, tanto por el volumen Je inversión de sus proyectos como por los dilatados períodos que requiere su materialización. De ahí que buena parte de la gestión del nuevo ministro, a lo largo del último año, haya ido dirigida a concluir planes, como el trienal de vivienda, o proyectos, como mejora de carreteras, heredados de su antecesor.

Mafias del transporte

La investigación del fraude del transporte por carretera, y la persecución administrativa y judicial de los infractores, ha sido la actuación más conocida del nuevo ministro de Transportes y Comunicaciones, Enrique Barón.Junto al saneamiento del transporte por carretera (la policía ha desarticulado ya una mafia del transporte internacional de mercancías), en su haber hay que destacar también el inicio del Plan Sacta (7.000 millones de inversión), que prevé una modernización de los sistemas de control del tráfico aéreo civil; y la elaboración de un contrato-programa para Renfe que reduce su déficit de explotación a 15.000 millones.

También se ha procedido a a la modernización del Instituto de Metereología; se han incrementado en un 35% los pasivos de la Caja Postal y se ha reducido en 3.500 millones el déficit del servicio de Correos. Se ha elaborado asimismo un ambicioso plan industrial para la Telefónica y se han aumentado, en pesetas, los ingresos por turismo.