Prosigue el dialogo en las START, a pesar del 'parón' en los euromisiles
Las conversaciones norteamericano-soviéticas de Ginebra sobre reducción de armas nucleares estratégicas intercontinentales (START) continúan desarrollándose con aparente normalidad, a pesar del clima de incertidumbre y pesimismo creado por Moscú el miércoles pasado, tras la brusca interrupción del proceso negociador sobre los misiles de alcance medio en Europa.La reunión de ayer fue una de las más largas de la historia de las START: tres horas y cuarto de discusiones, al término de las cuales, tanto la delegación que encabeza el general Edward Rowny (EE UU) como la que dirige el embajador Víctor Karpov (URSS), coincidieron en señalar que "no ha habido progresos sustanciales". El próximo encuentro será mañana.
El diálogo entre Washington y Moscú en materia de desarme nuclear se encuentra, de todos modos, en punto muerto desde hace ya algún tiempo. Una forma hábil de relanzar las negociaciones, dicen los expertos en Ginebra, es que las dos superpotencias convengan en fusionar a lo l4rgo de 1984 los euromisiles con las START.
Si esta hipótesis no prospera, y es lo que auguran los más escépticos, la Casa Blanca y el Kremlim estarían, en todo caso, obligados a seguir negociando. Washington y Moscú difícilmente podrían dar el portazo a las negociaciones sin comprometer inexorablemente el futuro de la humanidad. De ahí que todos los esfuerzos se centren, si no en el desarme, sí en el equilibrio de los arsenales estratégicos.Equifibnio en ojivas
Los dos países cuentan en la actualidad con un número equivalente de cabezas nucleares. Según fuentes occidentales, la Unión Soviética posee unas 8.000 ojivas intercontinentales, y Estados Unidos, aproximadamente unas 500 menos. Sin embargo, la capacidad bélica de los soviéticos en cuanto a megatones (es decir, potencia explosiva) sería tres veces superior a la de los norteamericanos.
Sobre la mesa negociadora sigue bloqueada la propuesta que en julio pasado presentó la Administración Reagan: dejar en 850 el número de misiles balísticos y fijar en 5.000 el tope de las ojivas, introduciendo la fórmula del dos por uno, que equivale a sustituir dos viejas cabezas nucleares por cada una nueva.
El número de bombarderos estratégicos se limitaba a 400, pero los soviéticos rechazaron desde el primer momento la propuesta. Moscú parece conformarse con los límites establecidos en las SALT-2.
La contrapropuesta soviética pretende un desmantelamiento recíproco del 25% de los arsenales, limitando a 1. 140 el número de cabezas nucleares intercontinentales.
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