La niña
El Bancaya me paga poco más de veinte mil pelas por un artículo. Quiere decirse que están bajando las tarifas -al menos las mías-, -mientras todo sube. La niña, Rosa India (me parece un detestable pseudónimo) escribe poemas en Madrid, allá por Hortaleza, y dice: "El libro es un amigo definitivo".' La chica publica en "chicolibro". Afortúnadamente, se llama Susana Martínez Gozalo, lo cual nos tranquiliza mucho. Y queda mucho más lírico -lírica de lo cotidiano- que lo otro. Yo las conocí que echaban sus cuatro apellidos delante de los versos. Tuve que enseñarlas a firmar sólo con el primero. Tuve que enseñarles laconismo. Luego ni se han vuelto a recordar. En los cincuenta aparecía la niña Minou Drouet en París. Lo versos se los escribía su madre Jean Cocteau dijo lo definitivo: "Todos los niños son poetas, menos Minoli Drouet". Todas las niñas son poetas/poetisas, menos la que va de poetisa/columnista. César Lucas mé manda una gata d mirada fascinante: "Ya quisiera cualquier tía tener esa mirada". La fascinación, en la mirada de las gatas, la da el que las gatas no saben que los caballeros, invitan a gam bas a la gabardina. En cuanto aprenden eso -y lo aprenden en seguida- se acabó la fascinación. La fascinación de las señoritas, me refiero. Mis talones catalanes traen cada vez menos dinero. 0 Cataluña se hunde lentamente en el Mediterráneo, como Venecia, o el que me hundo soy yo. Toda la jet set me llama para que las vea Alberto Portera. "Ese genio del que tanto hablas". Y se lo digo: "Alberto cuida neuronas, pero no atiende histéricas". Chaz Yankei en Morasol. Reviso sus letras. Son mejores las de la niña. José Infante echa sus versos en el Barbieri. Fernán-Gómez presenta en Mordó sus ediciones de Arte. Renuncio a Pa rís por la niebla. Bousoño reflexio na en la Autónoma sobre su poe sía. Jáuregui presenta su Crónica del antifranquismo en el Palace. Me besan en Pachá Sydney Rome y Rosalía Dans. Hablá Aranguren, conciencia de nuestra sociedad transicional, como, casi todas las tardes. Alfredo, con quien tanto he trabajado, presenta sus dibujos en el Metro. En Bellas Artes hay una exposición progre, de Melgar, so bre el Rey. Hem-os conseguido lo que no consiguió ni Azaña: hacer la Monarquía soluble en el pueblo. Montesinos presenta sus tejidos especiales. Mónica Faimberg presenta a Elisabeth Burgos y Rigo beirta Menchu. Zúmel agasaja a Guevara, embajador de Méjico, en Valentín. Siguen llegando billetes de avión para volar a todas partes, que no volaré. Susana Martínez Gozalo, la niña, escribe: "Salí de aquella pradera con luz a mialre dedor". La niña, el adolescente, el poeta sin premio, expresan hoy, en libertad, lo que una enseñanza canónica y canonizada no les hubiera permitido. No hace falta que la niña sea buena o mala, como poe ta. Basta con la libertad que la ha movido a escribir. Su libro está lle no de cosas ingenuas que hubiese tachado la censura de otros tiem pos. Luego, las niñas se hacen hembrazas y quieren llevar chanel número alto y pierden "la transpa rencia, los, a ransparencia , que pedía Juan Ramón. Mientras la niña no se vuelva opaca de cróni cas de sociedad, como ésta, o de novios tardíos, la sencillez/liber tad del pueblo cantará en ella. En el mundo de la niña Susana Martí nez Gozalo se mueven globos de colores, libros submarinos, lunas Afiladas, veleros remotos, peces simpáticos, caseríos sumergidos, soles irregulares, mariposas y giganteas de mar.Susana Martínez Gozalo es la metáfora periférica de la demociacia, de la educación más natural que sentimental, de lo que hoy manda en España (antes sólo hacían versos las hijas de papá, en sus álbumes encabezados por López de Ayala).
Ahora hacen versos hasta las de los cinturones industriales. Miro a esta niña y no sé si veo en ella la poesía, pero veo la libertad. "El amor es un sembrado verdadero".
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