El Vaticano pide que no se trate igual a las parejas no casadas y a los matrimonios
La Santa Sede ha hecho pública ayer una "carta de los derechos de la familia", dirigida a "todas las personas, instituciones y autoridades interesadas en la misión de la familia en el mundo contemporáneo". En la introducción se afirma que esta carta no es un documento de teología dogmática y que pretende más bien "presentar a todos los contemporáneos, cristianos o no, una formulación de los derechos fundamentales inherentes a esta sociedad natural y universal que es la familia". La carta pide que no se reconozcan los mismos derechos a las parejas no casadas que a las familias legalmente constituidas
.Esta nueva iniciativa de la Santa Sede, que responde a una petición del Sínodo de obispos, de 1980 y en cuya preparación han participado más de 60 conferencias episcopales, fue presentada ayer en el Vaticano por el presidente del Consejo Pontificio para la Familia, el arzobispo Edouard Gagnon. Gagnon: subrayó que la Iglesia con esta carta "no quiere imponer su visión a la sociedad", sino más bien "despertar en la sociedad un mayor respeto por la ley del Creador, que está escrita en el corazón de todos los seres humanos". En esta línea, la carta, aun condenando de principio, por ejemplo, el aborto y el divorcio, no propone, como afirmó Gagnon, una definición de familia.Por eso, cuando exige que se respeten todos los derechos de la familia humana, afirmó el prelado vaticano, no distingue entre familia, sacramento o familia divorciada. Habla sólo de la familia que de hecho existe en la realidad concreta jurídicamente reconocida por el Estado. Precisamente por eso, en uno de los párrafos afirma que mientras el valor institucional del matrimonio "debe ser reconocido por las autoridades públicas", la situación de las "parejas no casadas" no debe ponerse al mismo nivel que el matrimonio debidamente contraído. A una pregunta de este diario explicó Gagnon que han sido representantes de varios Estados quienes han sugerido esta idea a los obispos, ya que, dado que crece cada día más el número de personas que, desean vivir juntas sin aceptar las responsabilidades de la familia como entidad jurídica, "no es justo que se beneficien después de la ayuda que el Estado ofrece a la familia jurídicamente constituida".Catálogo de derechos
La carta enumera un verdadero catálogo de derechos de la familia, como por ejemplo el de la libertad de todos a contraer matrimonio sin discriminación alguna, el derecho de la familia a tener una casa que tenga cuenta de los miembros de la misma, el derecho a qué no se limita al número de hijos y a que se ayude a las Familias numerosas, el derecho a la libertad religiosa de cada uno de los cónyuges y a la educación de los hijos según sus creencias. Por último, afirma que la familia "tiene el derecho de ejercer su Función social y política en la construcción de la sociedad".
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