El PSOE y la esperanza de los trabajadores

Sí, durante más de 100 años los trabajadores han mantenido viva su esperanza en el PSOE, alentados por la idea de que algún día llegaría al poder, y con él hacer posibles los postulados de Pablo Iglesias.Por fin, hoy, y después de tan larga espera, los trabajadores asistimos a la contemplación de un Gobierno del PSOE, con el apoyo de más de 10 millones de votos populares, que se muestra, blando con los fuertes y duro con los débiles. Pues no otra cosa cabe decir de su presión económica sobre los, trabajadores, que ya desde el establecimiento de las libertades y la proclamación del Estado democrático vienen soportando sobre sus débiles hombros el coste principal del nuevo Estado. Desde entonces, pasando por el pacto social, y hasta nuestros días, el trabajador ha venido sufriendo un deterioro permanente de su nivel de vida, llegando ya a cotas de verdadera preocupación. Si a todo esto le agregamos el paro creciente, y la inseguridad en el empleo, el panorama no puede ser más desalentador para aquellos que dieron sus votos al partido socialista.

Se podrá hablar de la mala situación económica heredada y de la necesidad del esfuerzo colectivo para mejorarla. Pero lo que un Gobierno socialista no debe olvidar es sobre quiénes tiene que recaer la mayor contribución, ya que durante el tiempo de las vacas gordas hubo muchos que amasaron o acrecentaron sus fortunas, mientras otros, los trabajadores, asistían con su trabajo a la reconstrucción de la España devastada por la guerra civil, sin más fortuna para ellos que los salarios que recibían para seguir subsistiendo.

No, creo que un Gobierno socialista no debe obligar más al trabajador, sin exponerse a que éste le retire su confianza, pues no se debe olvidar que las libertades y la democracia, con ser mucho y muy deseables, para los trabajadores no lo es todo, ya que las clases desheredadas que no disponen de más rentas que las que reciben por la prestación de su trabajo han de procurar, con carácter prioritario, la seguridad en el empleo y la remuneración de un jornal digno. Olvidar esto daría lugar al enfrascamiento de la teoría de la libertad y la democracia en algunos niveles sociales, pero sin alcanzar la verdadera dimensión que merece una democracia para que no defraude a las clases trabajadoras. / .