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El debate nuclear

Un solo voto dio la victoria al Gobierno noruego en el debate sobre los euromisiles

, El Gobierno de la coalición burguesa noruega, que dirige el conservador Kare Willoch, obtuvo en la noche del lunes una mínima y frágil victoria en el Parlamento, donde fue aprobada por un solo voto de diferencia su posición favorable a la instalación de los misiles nucleares de alcance medio. en Europa. Para conseguir el voto de diferencia que le permitió sortear una derrota, el Gobierno llamó urgentemente a su representante en las Naciones Unidas, perteneciente al Partido del Centro, ya que el suplente no estaba dispuesto a votar la propuesta del Gobierno.El Partido de los Trabajadores, conjuntamente con el de Izquierda Socialista y el Partido Liberal, insistieron en su propuesta de que no sean instalados los cohetes en ningún país de Europa occidental en tanto prosigan las conversaciones de Ginebra entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Además de los tres partidos mencionados, apoyaron la propuesta tres representantes del Partido Demócrata Cristiano y dos del Partido del Centro.

El tema de los cohetes de la OTAN ha supuesto un auténtico revulsivo en la política interna noruega, polarizando las posiciones entre los bloques políticos, pero además ha provocado algunas deserciones dentro de los propios partidos.

Tradicionalmente, en cuestiones de seguridad nacional y política exterior se había logrado un consenso por encima de intereses partidarios.

Este consenso no ha resistido el embate de la doble decisión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte de 1979. Y ahora se cruzan acusaciones mutuas entre el Gobierno y los partidos de oposición sobre responsabilidades en la nueva situación creada en el país. Gro Harlem Brundtland acusó al Gobierno conservador de no haber mantenido sus posiciones originales sobre los motivos de su apoyo a la doble decisión.

Kare Willoch, por su parte, dijo que no estaba dispuesto a aceptar una derrota en este asunto -lo cual fue interpretado como una amenaza de dimisión en el caso de que se rechazase el apoyo a los euromisiles-, califica de "poco realista" la posición de los laboristas y sostiene que una decisión en contra del Gobierno no tendría mayor influencia para las conversaciones de Ginebra, ya que Noruega no está incluida entre los países en los que se emplazarán los misiles.

En Dinamarca, donde el Parlamento votó recientemente en contra de la posición del Gobierno en este tema, dos millones de trabajadores, pararon ayer cinco minutos en protesta contra la política armamentista de las superpotencias.

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