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Cullell culpa al Banco de España de que Banca Catalana pierda la 'catalanidad'

Enric Company

La crisis del grupo de Banca Catalana tuvo tres posibilidades de ser resuelta manteniendo su catalanidad y todas ellas se frustraron, a pesar de los esfuerzos en este sentido llevados a cabo por el Gobierno de la Generalitat, según explicó ayer el conseller de Economía y Finanzas, Josep Maria Cullell, ante la comisión de Economía del Parlamento de la comunidad.Según esta versión, la primera de estas soluciones se frustró, al no llegar a un acuerdo La Caixa y el Banco de España, en mayo de 1982; la segunda, al ser conocido el resultado de la auditoría realizada en verano del mismo año 1982 por encargo de Eusebi Díaz Morera; y la tercera, al no mejorar La Caixa la oferta del consorcio de bancos que finalmente se.adjudicó el grupo.

Desacuerdo

El conseller Cullell, que en cumplimiento de una resolución del Parlament exponía la actuación del Consell Executiu de la Generalitat a lo largo de la crisis del grupo Catalana, aseguró que la primera intervención del Gobierno catalán en esta crisis se produjo en mayo de 1982, después de que, a raíz de gestiones anteriores para mantener la catalanidad de la Banca Mas Sardá -que finalmente pasó al grupo del Banco de Bilbao-, el presidente Jordi Pujol, de acuerdo con el Banco de España, expuso al director general de la Caja de Pensiones, La Caixa, Josep Vilarasau, la conveniencia de que las cajas de ahorro catalanas participasen en una operación de saneamiento del grupo bancario. CuRell explicó que Vilarasau opinó que era mejor que la Caja de Pensiones efectuara sola la operación. Sin embargo, el Banco de España y La Caixa no llegaron a ningún acuerdo.La segunda solución era la propuesta por el presidente de la entidad en septiembre del mismo año, Eusebi Díaz Morera, calificada de "drástica" por Cullell. El conseller dijo: "Creemos que la solución de Díaz Morera era errónea porque partía del, supuesto de que la magnificación de la minusvaloración de los activos del grupo, llevaría al Banco de España a una aportación masiva de fondos. El Banco de España no aceptó ést a salida". A esta propuesta de Díaz Morera, Cullell aseguró que la alternativa para mantener la catalanidad del grupo era la aportación de fondos públicos catalanes, por parte de la Generalitat, y mediante el concurso del Parlament. Cullell dijo que también fue el Banco de España quien "se cerró en banda" a esta posibilidad.

La tercera solución, en el sentido de mantener la catalanidad del grupo, se frustró en mayo de 1983, según Cullell, al no mejorar La Caixa su oferta en la subasta a que el Fondo de Garantía de Depósitos sometió al grupo, una vez realizadas las operaciones de reducción y ampliación de capital en diciembre de 1982.

El conseller cifró, en respuesta a una pregunta del diputado de CiU Antoni Subirá, en 75.000 millones de pesetas el desequilibrio patrimonial, es decir, sólo el 57% de los 129.112 millones en que se saldó oficialmente la crisis de los tres primeros bancos del grupo. Esta valoración produjo extraordinaria sorpresa entre los diputados de los grupos de la oposición.

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